Cathay Pacific, la mayor aerolínea internacional de Asia, anunció este domingo que despedirá a 600 trabajadores dentro de un plan de reestructuración empresarial después de que la compañía registró en 2016 sus primeras pérdidas en ocho años.

El recorte se realizará a lo largo de 2017 y afectará a alrededor del 25 por ciento del personal directivo y del 18 por ciento de empleados de oficinas, principalmente de su oficina de Hong Kong, pero no tendrá repercusiones en pilotos y tripulantes, indicó la compañía en un comunicado.

Este anuncio es el primer paso del arranque de un programa de tres años que Cathay dio a conocer a comienzos de este ejercicio con el objetivo de contener las pérdidas de 2016, que ascendieron a 385 millones de dólares.

"Hemos tenido que tomar decisiones difíciles pero necesarias para el futuro de nuestro negocio y nuestros clientes", dijo en el comunicado el director ejecutivo de la compañía desde el pasado 1 de mayo, Rupert Hogg.

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"Los cambios en los hábitos de viaje de la gente y lo que espera de nosotros, la evolución de la competencia y una complicada perspectiva de negocio han creado la necesidad de un cambio significativo", añadió Hogg.

La creciente competencia por parte de las aerolíneas de bajo coste y la fuerte presencia de operadores de Oriente Medio han hecho mella en la expansión de negocio en la región asiática de la compañía, que comprende Cathay Pacific y Cathay Dragon.

Las acciones de la compañía con sede en Hong Kong subieron hasta 3,7 por ciento el lunes por la mañana, una vez anunciado el plan de reestructuración.

El pasado mes de marzo y un día después de que la aerolínea reportara su primera pérdida anual desde 2008, Cathay Pacific había emitido un documento interno en el que planeaba una reducción de plantilla del calibre que hoy ha hecho pública.

Cathay emplea a más de 30.000 trabajadores, de los que más de la mitad operan en Hong Kong.