La tierra donde están enterrados los fósiles que estudia el paleontólogo es la misma que pisa y ara el campesino, la misma sobre la que sopla la corriente de Chorro del Chocó y sobre la que está el tablado de las comunidades que visita el Teatro Tepsy: es tierra colombiana.

El 4 de septiembre se anunciaron los ganadores de los premios Alejandro Ángel Escobar en Ciencia y Solidaridad, una de las principales distinciones en ciencia otorgadas en el país.

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Los ganadores son en Ciencias Exactas, Físicas y Naturales: Hace Tiempo. Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia; Ciencias Sociales y Humanas: Repensando el desarrollo rural, la agricultura y la alimentación en Colombia: análisis de narrativas en las negociaciones agrarias 2013-2016; Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible: Influencia de la Corriente en Chorro del Chocó sobre la Hidroclimatología de Colombia; y Premio en Solidaridad: Corporación Cultural Teatro Tespys.

Si bien son cuatro áreas diferentes, este año hubo un elemento común en todos los premios; el territorio colombiano.

Hace Tiempo. Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia

Es un libro infográfico que recorre la historia de la biodiversidad colombiana a partir de sus rocas y fósiles, con una investigación profunda, calificada por los jurados del concurso como de “gran rigurosidad con alto nivel de innovación y presentación”. 

La investigación fue realizada por 28 investigadores de diferentes instituciones y disciplinas, coordinados por el geólogo y botánico Carlos Jaramillo. Recopila investigaciones de los últimos  quince años.

“El contenido de la publicación resulta en su mayoría de recientes investigaciones realizadas en diversos lugares de Colombia como el Cerrejón y Castilletes en La Guajira, Villa de Leyva en Boyacá y el Desierto de La Tatacoa en el Huila, que resumen la historia de la vida en nuestro territorio. Estos estudios han permitido comprender cómo el paisaje colombiano ha cambiado desde el Precámbrico hasta nuestros días”, explican Helena Oviedo y Carlos Jaramillo, editores del libro.

“Colombia es uno de los países más megadiversos del mundo, esta variedad es producto de procesos que operan a escalas de tiempo geológicas”, agregan. El territorio está determinado por la historia escrita en las rocas.

Influencia de la corriente en Chorro del Chocó sobre la Hidroclimatología de Colombia

Esta investigación muestra cómo el territorio está interconectado, la atmósfera se relaciona con el suelo y el mar con las montañas. Los vientos de Chorro del Chocó son causantes de lluvias que hacen fértiles el territorio al occidente de los Andes colombianos, explica el profesor Germán Poveda, líder de la investigación y quien ha recibido cuatro veces el premio en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible en 1999, 2000, 2007 y 2019.

El Chorro del Chocó es una corriente de vientos que entra superficialmente desde el océano Pacífico hacia el interior de Colombia, transportando gran cantidad de vapor de agua, que al condensarse en la atmósfera causa las extraordinarias lluvias de la región. El entendimiento de su funcionamiento permite diagnosticar, modelar y pronosticar  las lluvias y los caudales de los ríos de Colombia.

La investigación fue un proyecto conjunto entre la Universidad Nacional sede Medellín, la Fuerza Aérea Colombia, la Dirección General Marítima, el Desert Research Institute de Estados Unidos, financiado por Colciencias. Se realizaron cuatro campañas de campo: dos en el océano Pacífico y dos en  Quibdó, explica Poveda.

Campaña de campo de la investigación Influencia de la Corriente en Chorro del Chocó sobre la Hidroclimatología de Colombia.

Repensando el desarrollo rural, la agricultura y la alimentación en Colombia: análisis de narrativas en las negociaciones agrarias 2013-2016

La tierra por la que corren los ríos colombianos es el escenario donde conviven los protagonistas de otra de las investigaciones ganadoras: los campesinos colombianos.

La tesis doctoral de Felipe Roa-Clavijo, investigador de la Universidad de Oxford, Reino Unido, estudia los movimientos agrarios en Colombia entre 2013 y 2016. Se centra en tres preguntas: ¿Cuáles son las narrativas alternativas sobre provisión y abastecimiento de alimentos que surgieron en los paros y negociaciones agrarias en Colombia en el período 2013-2016?, ¿qué coaliciones de movimientos agrarios se han consolidado en torno a dichas narrativas?, ¿cómo interactúan estas narrativas alternativas con las narrativas dominantes y cuáles son los impactos potenciales en las políticas agrarias?

La aproximación a estas tres preguntas le permitieron al autor hacer un análisis sobre la transición en la concepción del significado de “campesino” hacia el “proveedor de alimentos”. El documento propone una nueva mirada a la concepción agraria a largo plazo y un nuevo enfoque sobre lo que estos movimientos están diciendo en el país.

Para Roa-Clavijo, es importante que Colombia mire al campo: “Los índices de pobreza monetaria y pobreza multidimensional nos han mostrado que las personas que viven en las zonas rurales son mucho más pobres que las que viven en las ciudades. Igualmente, en las zonas rurales los servicios de salud, educación e infraestructura son muy deficientes. En este sentido es importante prestarle más atención al campo en Colombia, no sólo en materia de investigación académica, sino de políticas públicas de desarrollo social”.

Teatro Tespys Corporación Cultural

En el campo  trabaja el Teatro Tespys Corporación Cultural, llevando su carreta a las veredas de El Carmen de Viboral. Esta entidad promueve el teatro como un posibilitador de transformación social, construyendo redes de trabajo colaborativo, convenios y alianzas estratégicas que impulsan proyectos de intervención comunitaria, generando apropiación sobre el territorio.

Fundado el 23 de abril de 1988 en El Carmen de Viboral, Teatro Tespys se enfoca en la intervención e inclusión de comunidades campesinas, estudiantes; siempre teniendo como base el trabajo comunitario y solidario. El Teatro Tespys promovió la creación de la Escuela de Teatro del Instituto de Cultura en 2005 y  fundó el Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble en 1993.

Para el jurado del concurso, Teatro Tespys, a través 31 años de trabajo, “ha hecho de la creatividad un puente de encuentro entre el Gobierno local y la población civil; haciendo de la solidaridad un tema público en la agenda política de la zona. Ha hecho de la cultura una mediación para la paz y la convivencia en alegría”.

Carreta ambulante del Teatro Tespys.

Importancia de los premios

Los premios nacionales Alejandro Ángel Escobar en Ciencia y Solidaridad son un reconocimiento y apoyo al trabajo científico y solidario.

Para Germán Poveda “los premios a la investigación científica constituyen un gran estímulo y por ello destacamos la gran labor y persistencia de la Fundación Alejandro Ángel Escobar, la cual ha mantenido sus premios durante 64 años. Más aún en un país que ha desdeñado la importancia de la investigación científica como motor cultural y generador de progreso y bienestar humano”.

“Colombia cuenta con muy buenas universidades e instituciones que hacen investigación rigurosa y de alta calidad. Lo importante es incentivar a que estas investigaciones sean relevantes al contexto actual, respondan a los retos de desarrollo que tiene el país y contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las personas más marginadas”, comenta el investigador de Oxford, Felipe Roa-Clavijo.

Menciones de honor

La mención de honor en Ciencias Exactas, Físicas y Naturales fue para la investigación: Nuevas fronteras en el entendimiento y el tratamiento de la enfermedad cerebrovascular: exploración del papel de la modulación de la o-glcnacilación de proteínas sobre vías de señalización intracelular en un modelo traslacional de isquemia cerebral focal, de un grupo de investigadores de la Universidad Icesi.

Las menciones de honor en Ciencias Sociales y Humanas fueron dos: para Política de los cuerpos: Torsiones de la emancipación hoy, desde y más allá de Jacques Ranciére, de la filósofa Laura Cristina Quintana y para Raros. Historia cultural de la homosexualidad en Medellín, 1890-1980, tesis doctoral de Guillermo Antonio Correa, investigador de la Universidad de Antioquia.

La mención de honor en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible fue para Control del marchitamiento vascular de la uchuva mediante consorcios microbianos provenientes de suelos supresivos, de un grupo interdisciplinario de investigación agropecuaria.

Las menciones de honor en Solidaridad fueron dos: para la Fundación Doctora Clown, que lleva terapias de risa a hospitales y comunidades vulnerables y para la Fundación Obras Sociales Betania, que proporciona vivienda digna a las personas de escasos recursos de Manizales.