Por: Elcy Peñaloza Leal*

La educación, como cimiento para el desarrollo de las sociedades, fue definida por Naciones Unidas como el 4º Objetivo de Desarrollo Sostenible y es un tema central en el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia.

Ahora, más que nunca, urge que la educación dedique esfuerzos, específicamente, a fortalecer la formación en ciudadanía y para la paz. Lo anterior nos lleva a preguntarnos por los avances y retos a los que nos enfrentamos las organizaciones empresariales al abordar estos temas.

A partir de la premisa de que la educación es el camino más importante para crear un país democrático, equitativo y en paz, en 2014 el Ministerio de Educación planteó, como carta de navegación para el trabajo en materia de formación ciudadana, los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas.

Con este derrotero, se desarrollan en el país diversas iniciativas públicas y privadas al respecto. 90 iniciativas en las categorías de derechos humanos, educación para la paz e intervención en ciudadanía registradas en el Sistema de Información Público Privada en Educación (SIIPE) dan cuenta de ello. 50 de ellas, lideradas por 29 organizaciones privadas, promueven el fortalecimiento de competencias ciudadanas en la escuela o mediante estrategias de educación no formal, con acciones enfocadas temas como la valoración de la diversidad, el conflicto social, los entornos escolares protectores, el desarrollo de habilidades para la vida, la democracia escolar, convivencia y paz y educación en valores, entre otros.

Aunque el 40% de ellas se enfocan en participación y responsabilidad democrática y el 22% en convivencia y resolución de conflictos y cuentan además con diversas rutas metodológicas, no alcanzan la totalidad del territorio nacional y, mucho menos, las áreas más vulnerables o afectadas por el conflicto: se concentran en las principales ciudades del país, principalmente en áreas de influencia empresarial.

Frente a este panorama, vale la pena tener en mente algunos elementos para reflexionar sobre los retos de formar para la ciudadanía:

La articulación público-privada: A la escuela se le pide que incluya un sinnúmero de asuntos en su plan de estudios. Es importante, a través del diálogo colectivo, descubrir puntos de encuentro entre los diferentes proyectos para desarrollar estrategias articuladas que dialoguen con las políticas territoriales y nacionales.

Diseñar propuestas pedagógicas que promuevan la participación de las familias y la comunidad: La formación en competencias ciudadanas debe transcender los conceptos de “asignatura”, “disciplina” y “conocimiento” hacia el desarrollo de actitudes, valores y habilidades.

Evaluar para transformar: Cualificar, sistematizar y evaluar nuestros programas contribuye a tener más y mejor información que permita orientarlos conceptual y metodológicamente.

Construir desde la diversidad: Los proyectos deben ser creados, implementados y evaluados con y desde los territorios, a partir de la valoración de la diversidad como motor para la transformación de la sociedad y la construcción de equidad.

Educación para la paz en contextos de posconflicto: El contexto específico del posconflicto presenta retos especiales y complementarios a la formación ciudadana en cualquier democracia como, por ejemplo, la educación en memoria histórica, el perdón y la reconciliación, la superación de estigmas, la creación de ambientes seguros y el apoyo psicosocial.

Entonces, es importante evaluar constantemente nuestras iniciativas para conocer su impacto y, para garantizar estar dejando capacidad instalada, verificar que los procesos de acompañamiento estén orientados a fortalecer las capacidades de las escuelas y las entidades territoriales.

Además de las herramientas de evaluación nacionales como las Pruebas Saber o las Pruebas SER, según el Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana de 2009, en el que participaron 38 países, Colombia obtuvo un resultado en la escala de conocimiento de 462 puntos, inferior al promedio internacional de 500 puntos, y un rendimiento inferior comparado con los países de mejor desempeño que fueron Finlandia y Dinamarca. Este año se publicarán los resultados de la prueba aplicada en 2016, esperemos a ver cómo nos va…

*Asesora en la Fundación Empresarios por la Educación, una organización de la sociedad civil que conecta sueños, proyectos, actores y recursos para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa.