El ministerio de la Cultura y la Wradio con su director a la cabeza, Julio Sánchez Cristo, adelantan una extraordinaria campaña para la reconstrucción del teatro César Conto Ferrer de la ciudad de Quibdó, uno de los íconos culturales más importantes de la capital chocoana, cuyo nombre hace homenaje a uno de los chocoanos más ilustres del siglo XIX.

Un centro cultural que estaba abandonado y en ruinas por negligencia estatal y por el poco interés que a veces tienen los gobiernos en el fomento de la cultura. Inmueble que llevaba dos décadas en ruinas y en un completo abandono.

A hora por el interés del ministerio de Cultura y de la Wradio, se va a cristalizar la lucha por su reconstrucción por parte de un grupo de cultores chocoanos, liderados entre otros por el arquitecto Douglas Cujar Cañadas. Una lucha que empezó el arquitecto Cujar hace 19 años, cuando en un periódico regional criticó la desidia del gobierno chocoano y exigió un mayor compromiso con la restauración de un teatro que simboliza un referente en la cultura chocoana.

En aquel momento su llamado fue que había llegado “la hora de buscar en los símbolos culturales, los valores de la cultura chocoana y los elementos que sirvieran de cohesión social a partir de la preparación de nuevas figuras artísticas y la reconstrucción de hitos culturales como éste teatro para impulsar el renacimiento de la cultura regional”.

La historia de la edificación de este teatro se remonta a la década de los años treinta del siglo XX, cuando el Concejo municipal de Quibdó, mediante acuerdo Nro. 10 de 1937, ordenó su construcción y para la cual se destinó una inversión de $ 1.500. Sin embargo, su edificación se concretó décadas después cuando se construyó el edificio de la Beneficencia del Chocó, en 1963, donde funcionó la Empresa Comercial de Loterías del Chocó.

Su construcción hizo parte de un proyecto arquitectónico del gobierno del exgobernador Miguel Ángel Arco, cuyo padre fue el dueño del teatro Quibdó, uno de los centros culturales más importante que tuvo la capital chocoana durante décadas. Su visión fue dotar a la ciudad de un teatro con foso para orquesta, camerinos para artistas, tramoyas para escenografía, 400 butacas forradas en pana y un sistema de sonido estereofónico que apenas llegaba al país.

Por los problemas económicos que afrontó la Empresa Comercial de Loterías del Chocó, propietaria del teatro, los cultores del Chocó, organizaciones como la Fundación Beteguma y la Federación de Organizaciones no gubernamentales del Chocó, entre otras, iniciaron una cruzadas para que la Asamblea Departamental del Chocó, declarará mediante una ordenanza este inmueble como bien de utilidad pública en el 2002, categoría especial que lo sacó del mercado al convertirlo en bien inalienable, pese a ello parte del inmueble fue vendido parcialmente.

Igualmente lograron que el Concejo municipal de Quibdó, cuando adoptó el código urbanístico de la ciudad, también tomara una medida similar. Por la lucha de aquellas organizaciones de la sociedad civil se logró que en 2016 se excluyera de los bienes en liquidación de Loterías del Chocó.

Pese a que los cultores chocoanos a través de la Secretaria de Cultura del Chocó, solicitaron a la viceministra de Cultura, Zulia Mena García, la financiación de diez proyectos

culturales, entre los cuales la reconstrucción de este teatro, su petición fue negrada con el argumento que no había recursos. Por consiguiente, fue mediante las protestas de los chocoanos en el paro cívico del año pasado, que lograron que el ministerio de la Cultura asumiera el compromiso de la reconstrucción de este teatro que es un símbolo en la cultura chocoana.