Los seguidores de Kiss que han estado atentos a su historia han visto que el rock con una explosiva puesta en escena es uno de los ingredientes claves para disfrutar un concierto de estos neoyorkinos. En general, hoy en el mundo del rock y el metal, las nuevas generaciones pueden ver, digamos, “normal”, las presentaciones de las bandas que utilizan su show como parte integral de su propuesta, donde la pirotecnia, el maquillaje, el vestuario, las luces y escenarios abrumantes y expectantes, te muestran estampas reales o fantásticos de las piezas musicales.

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Pero por un momento imagínense estar en el pasado cuando todo este tema inició, situarse, por ejemplo, en los años setenta. Allí si había de qué impresionarse ante estas chocantes propuestas en el entorno de una sociedad mojigata. Allí cuando la información sólo llegaba por algunas revistas, sin las opciones de un internet que te mantuviera actualizado o al menos que pudieras corroborar los mitos urbanos y relatos de lo que acontecía. Con sólo el voz a voz, como bien sabemos, algunas cosas llegaban tergiversadas, y las que eran ciertas, apenas las podías imaginar. Sólo con que se mencionara algo inapropiado que impactara el normal desarrollo de una sociedad tradicional, era suficiente para que se iniciara un interés hacia esta cultura rock, seguida por los de mente abierta, pero odiada y prohibida por la perpleja sociedad que no tenía forma de entender. En este escenario estaba Kiss, a los que, con sólo música, fotos y carátulas, muchos roqueros los hicimos parte de nuestra vida.

En esa época, todo lo que se conseguía se permeaba como un sello imborrable. Y es por ello también que asistir a la despedida de Kiss de los escenarios es reconocer y valorar a una banda que, por mucho, impactó y alimentó la escena del hard rock. Ojalá lográramos que las generaciones de hoy tengan la oportunidad de apreciar una imagen de la historia del rock que se apaga, recreada en el presente, para recordar en el futuro.

Cuando hablamos del rock n roll de Kiss, es pasar por diversas etapas musicales de una agrupación que se iba reinventando cada vez. Gene Simmons y Paul Stanley formaron la banda en 1973, no tardando en ingresar Peter Criss y Ace Frehley para lanzar su primer álbum, con el que ya se generaba inquietud como antesala a impactar la escena y materializar fantasías. Su importancia es tal que la mayoría de las canciones del álbum siguen siendo parte del repertorio en vivo de la banda. Pero lo que no habían podido dinamitar en los primeros tres trabajos lo hicieron con el Alive I, primer gran paso de la banda a la fama. Álbumes como Destroyer, Love Gun y su segundo en vivo Alive II, fueron también muestra de un momento glorioso.

El último concierto de la gira de despedida de KISS será 17 de Julio de 2021 en New York

El cambio de década mostró a un Kiss en una transición con el album The Elder, gran trabajo conceptual destinado a banda sonora de una película que nunca se hizo, que pasó al olvido hasta por la misma banda, pero que muchos consideran una gema épica musical, y ameritó la edición de un libro. Parecía un preámbulo para que la banda entrara a la era del heavy metal con Creatures of the Night y mostraran sus rostros luego de 10 años de ocultarlos para seguir con clásicos álbumes como Lick it Up y Animalize.

Liderada por Gene y Paul, Kiss, con varios cambios de integrantes en la batería y en la guitarra líder, sobrevivieron a la segunda mitad de los ochenta y deciden volver a sus atuendos y maquillajes en 1996 con los originales Ace y Peter, e impactar con la imagen setentera a otra generación. Las giras para Kiss eran claves para generar divisas (como a muchas bandas), ante la baja en ventas de los álbumes frente a la facilidad del internet.

Estampa clásica de KISS a fines de la década de los setenta.

Con una formación sin cambio de músicos desde hace 15 años, a Gene y Paul los acompañan actualmente el baterista Eric Singer y el guitarrista Tommy Thayer. Kiss estuvo por primera vez en Colombia en el 2009 con la gira de 35 años ante 25000 personas, la mayoría para verlos por vez primera. Regresaron en el 2015 para los 40 años de la banda y este año es la tercera y última vez que los tendremos en concierto en el Movistar Arena de Bogotá el 30 de Abril bajo la organización de Move Concerts.

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Estos veteranos tienen mucha pasión y actitud para tomarse 2 horas preparándose y maquillando para tocar por otras 2 horas montados en botas de 15 cm y sudando por el rock n roll. Terminan batallando y como dice la banda “es el momento de salir con decoro”. Quedarán los registros que hablarán del legado de una banda de culto.