El enorme inconformismo nacional obliga a que los dirigentes entiendan que “democracia”, no es el gobierno de las personas elegidas, y ni siquiera el de las mayorías, sino “el Gobierno de todos”, por eso los gobernantes deben saber que además de válidas sus decisiones, deben ser legítimas, lo que es posible si se sabe interpretar y ponderar los intereses de todos los habitantes del territorio.La democracia ha trascendido y de la existencia de derechos fundamentales esenciales, como la vida, la igualdad, la libertad, el derecho de petición,… hemos avanzado a otros derechos con mayor grado de desarrollo como son los derechos políticos, económicos, sociales y culturales, y además a derechos colectivos como son el de tener acceso a los servicios públicos y a un medio ambiente sano. Lea también:Servicios públicos en la agenda del gobernador y del alcaldeDe los derechos formales, hemos pasado a un nivel superior que hace referencia al derecho a tener una “vida digna”, lo que implica que el Estado adopte las medidas necesarias para que el bienestar no sea el privilegio de unos pocos, sino que todas las personas puedan a acceder a derechos esenciales como son en la actualidad, la salud, la educación, el transporte, la recreación y a servicios de acueducto, saneamiento básico, energía y tecnologías de la información y las comunicaciones. La protesta y la movilización social son mecanismos que se ha ideado la democracia de participación y el Estado social de derecho, para que los ciudadanos hagan valer los derechos que son afectados o amenazados, por la actitud de sus gobernantes, y tienen como propósito buscar un cambio en la orientación de las políticas públicas que ha adoptado el Estado.En estas condiciones el diálogo es el camino de solución, para ello se requieren mentes abiertas al reconocimiento de los derechos de todos, con capacidad de renunciar en especial a la existencias de privilegios no justificados, o a la inequidad en las relaciones sociales, que deben construirse con bases justas, que solo son posibles si existe equidad para todos.Es a través del acceso universal a los servicios públicos, como lograremos construir una mejor vida para todos, lo que implica que tanto las autoridades locales, como las nacionales incluyan el tema como prioritario en las agendas de gobierno, y no le den un tratamiento marginal, pues se trata de asuntos esenciales en el bienestar que las comunidades reclaman.Para la construcción de una política pública adecuada en servicios públicos, no es suficiente entender que se han liberalizado y que pueden prestarse en condiciones de “libre competencia”, por el contrario, se requiere la acción decidida del Estado, que intervenga las actividades económicas, con el fin de garantizar el cumplimiento de los fines sociales de los servicios públicos, y que en su prestación no se está incurriendo en abuso de posición dominante y desconociendo los derechos de los actuales y potenciales usuarios.Le puede interesar:Las comisiones de empalmeSi temas como: la eficiencia y la equidad tarifaria, el funcionamiento adecuado de los fondos de subsidios destinados a atender las necesidades de la población con menor capacidad de pago, la puesta en vigencia y aplicación de los planes de gestión integral de residuos sólidos, la prestación de servicios públicos bajo esquemas diferenciales que reconozca las condiciones especiales de los sectores más vulnerables de la población, el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad en el uso de recursos naturales, no entran en el orden del día con el énfasis necesario en las agendas gubernamentales, se están generando condiciones adecuadas para el reclamo social y la protesta ciudadana.Es tarea de los gobernantes identificar los problemas que afectan el bienestar ciudadano y el desarrollo integral de la sociedad, ponerlos en la agenda de sus gobiernos, y darles solución adecuada y oportuna, para ello deben privilegiar asuntos asociados a la prestación de servicios públicos, pues sin duda, su prestación constituye uno de los fines esenciales del Estado y permiten que todos podamos acceder a condiciones de “vida digna”. Si no se atienden las necesidades básicas de la sociedad, y si los gobiernos no garantizan el cumplimiento de los fines sociales del Estado, tanto las autoridades locales, como las nacionales deben acostumbrarse al reclamo legítimo, que es el instrumento que el Estado social de derecho reconoce a todos los ciudadanos.
Los jóvenes que votaron por Álvaro Uribe en 2002 ya tienen 40 años y más, están acomodados en sus puestos de trabajo, muchos constituyeron familia y su preocupación es criar los hijos, sacar adelante un emprendimiento, pagar la cuota mensual del apartamento y tener buenos planes para el fin de semana y vacaciones. Hoy tienen algo qué cuidar: un puesto de trabajo, una hipoteca, un carro, una finca, un negocio propio. A una pequeña parte de esa generación la conocí en la Universidad como profesor. Vi su entusiasmo y sus deseos de cambio. Fueron esos jóvenes los que convencieron a sus padres para votar por Uribe, desconociendo la presencia de los candidatos oficiales de los dos partidos tradicionales, por quienes sus padres y abuelos votaban irremediablemente dentro de la lógica del bipartidismo dominante.Unos años más atrás, los jóvenes de entonces se habían entusiasmado también por Luis Carlos Galán, atraídos por su discurso contra la corrupción y por su elocuencia. Galán era un seductor que embrujaba con la palabra. Y mucho antes, la generación de mis padres, se había entusiasmado con Jorge Eliécer Gaitán, otro mago de la palabra. Pero Gaitán y Galán fueron asesinados porque podían poner en jaque el sistema. Esas muertes dejaron tras de sí la frustración lógica de sus seguidores y la advertencia perentoria de que el cambio en Colombia no era posible por las vías democráticas, porque en el país el homicidio también es un arma política.Lea también:El malestar con el EstadoLos jóvenes de las generaciones siguientes al cambio de milenio no tuvieron la misma suerte de sus antecesores. Aunque muchos también fueron a la Universidad, el desempleo y la precariedad laboral empezaron a restregar sus sueños contra el pavimento. Ya desde la Universidad empezaron a tener dificultades para acceder a las prácticas universitarias, cada vez más escasas y más competidas. Estas generaciones, que son las más y mejor formadas de la historia, viven peor que sus padres, reciben bajos salarios o trabajan a destajo como contratistas ocasionales, no piensan en el matrimonio porque no tienen cómo sostenerlo y sus ingresos no los habilitan para recibir un préstamo hipotecario para adquirir un apartamento. Esas generaciones, a las cuales muchos adultos se han encargado de desacreditar como vagos, porque piensan distinto y viven distinto, son expresión del desencanto y la incertidumbre. Las generaciones actuales son nativos digitales, viven más en el presente que en el pasado y creen que el futuro no será mejor. La mayor parte de su vida gira alrededor de un Smartphone o un computador: por ahí estudian, se comunican, se divierten, hacen sus compras y se informan. Esta generación no lee periódicos tradicionales, no tienen ataduras ideológicas y decide qué es lo que le interesa o resulta mejor movida por el pragmatismo.Estas generaciones han desarrollado sensibilidades frente al sexo y la identidad de género, los animales, el cambio climático, los grupos vulnerables, todo lo cual dio un vuelco a la agenda pública. Con ese equipaje, los jóvenes fueron capaces de dar el salto de las redes sociales a la calle, sobre todo, cuando llevábamos un poco más de diez años escuchando la retahíla de que las redes sociales no votan, porque hasta hace poco, era uno el ambiente que se percibía en las redes y otro, muy diferente, el resultado de las urnas. Y más en Colombia, un país que no se sintió interpelado ni por la primavera árabe ni por el 15 M, movimientos que tuvieron su origen en redes sociales y se expandieron gracias a la magia de Internet.Le puede interesar:Voluntad políticaLos jóvenes de hoy salen a la calle y les toman gusto a las marchas. El ejemplo lo tienen en el movimiento “Viernes por el clima”, impulsado por la joven Greta Thunberg, que moviliza miles de adolescentes y jóvenes en todo el mundo cada semana. En el caso colombiano es una generación sin ataduras, que creció oyendo hablar de corrupción y de ausencia del Estado y que no confía en los partidos políticos. Una generación que como dice uno de los muchos carteles llamativos que se han visto en las calles, no piensa tener hijos, pero lucha por el futuro de los hijos de los demás. Una generación que combina las formas de lucha: un día usa cacerolas y el otro convoca a un concierto como símbolo de la protesta pacífica.Quizás sea otra forma de Estado de opinión, que pide ser escuchado y se manifiesta en la calle, con carteles, con cacerolas, con música. Los jóvenes dejan atrás la indiferencia y se entienden como sujetos políticos, conscientes de que la mayoría de edad la alcanzan ejerciendo una ciudadanía activa, porque la calle es el lugar de la democracia.Cambian las generaciones, pero no cambia el Estado, lo que acrecienta la distancia y dificulta la comunicación. Los funcionarios públicos y quienes toman las decisiones siguen aferrados a los mismos moldes de toda la vida, encerrados en su autismo. ¿Si los tiempos cambian, por qué no cambia la manera de enfrentar los problemas?
En redes sociales EE. UU. Y EEUU “El 12% de la población de EEUU tiene el español como lengua nativa. Nuestro idioma es ya la segunda lengua nativa del mundo”.Es muy bonita la noticia, sin duda. Pero pilas con la famosa abreviatura del gran país del norte de América. Necesita puntos, espacio y mayúsculas: EE. UU. Vamos en orden, jóvenes:1. Necesita puntos porque es una abreviatura, como lo es pág. para página o c. c. para cédula de ciudadanía o centro comercial. 2. Espacio porque son dos palabras: Estados y Unidos.3. Mayúsculas porque es un nombre propio. Y ojo con esto: una cosa es abreviatura y otra es sigla. Sigo con el ejemplo de Estados Unidos: su sigla es EUA (Estados Unidos de América) o, en inglés, la más popular USA (United States of America). Como ven, queridos, las siglas no llevan puntos ni espacios. Pueden usar sigla o abreviatura, la que prefieran. No hay lío.Otro apunte: entre el % y su número debe haber un espacio (10 %). Lea también:¿Saben qué es USD y cómo se usa bien?Creatura y criatura Es más común criatura, pero también vale creatura. El significado es el mismo: niño, feto, (cualquier cosa, cualquier ser que haya sido creado). De esas que casi nunca usamos Harén. La tomamos del francés, pero es árabe. En el mundo musulmán, zona de la casa donde viven las mujeres. También es el grupo de mujeres que dependen de un jefe de familia.
Es cierto que muchos hombres se sintieron atacados por las mujeres que cantaron “¡y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía!” un pegajoso estribillo que sin duda alcanzó su propósito; sin embargo, otros en lugar de sentirnos señalados nos declaramos solidarios y avergonzados. Las nutridas manifestaciones en plazas y espacios públicos lograron, por invitación de una masa creciente, que muchas mujeres se atrevieran a gritar lo que por mucho tiempo callaron con dolor. Y más allá de lo que para muchos es un performance o un momento para llamar la atención, consiguieron poner el tema en discusión y lo han mantenido en la agenda a través de las redes sociales y otros espacios, lo que no es fácil en una sociedad tan convulsionada, en donde la opinión pública atiende una sucesión de hechos a una velocidad exorbitante. La canción de “Un violador en tu camino”, no apareció por generación espontánea, hace parte de la conmemoración del día mundial de la eliminación de la violencia contra la mujer. Una fecha que no deberíamos necesitar a estas alturas de la civilización, pero que ha quedado claro, se requiere. La canción fue creada por el colectivo chileno Lastesis de Valparaíso, pero se regó como la pólvora y se convirtió en una especia de himno que se repitió en las plazas públicas, desde Chile hasta Europa. Lea también:Escuchar, tarea pendienteA partir de convocatorias por redes sociales y grupos de apoyo, las mujeres entonaron el cántico con una puesta en escena que incluye una venda en los ojos. En las redes en cambio, muchas con nombre propio han dado la cara para insistir en que “La culpa no era mía, era del tío, del abuelo, de un amigo o del vecino…” han revelado nombres propios y parentescos, relaciones aún consentidas que no acabaron bien. Y se han atrevido incluso mujeres reconocidas, líderes políticas, periodistas, activistas, estudiantes, mujeres de carne y hueso que han encontrado en la masa y en esa presión positiva de grupo el valor para hacer catarsis, para vencer los fantasmas y para sacar con furia el dolor que han cargado por días, meses, años y hasta décadas.No creo que todos los hombres sean violadores, ya he expresado en este Memento lo injusto y peligroso de las generalizaciones. Tampoco me parece que el sentido del estribillo, cuando dice que el “violador eres tú” sea el de señalar a diestra y siniestra. Pero muchos se han sentido señalados por el hecho de ser hombres, tal vez porque eso de la empatía no hace parte de nuestro acervo desde la educación inicial. Y claro, algunos las encuentran sobreactuadas o exageradas, pero basta leer las historias para sentir vergüenza de época y de género. Somos un entorno peligroso y para poder cambiarlo debemos empezar por reconocerlo.Me preocupa pensar cuántas veces una mirada, una palabra, una acción o una omisión ayudaron a consolidar ese mundo del riesgo. Sé que nunca he violado a nadie, pero temo haber lastimado muchas veces. Cuando así haya sido, la culpa fue mía, no de ella, “ni dónde estaba, ni cómo vestía”.Los datos que se han conocido esta semana hablan de que 1 de cada 3 mujeres fueron agredidas desde niñas o lo serán en algún momento de la vida. Son millones en el mundo, que han sido víctimas de desconocidos que las persiguen en la calle, pero sobre todo de personas cercanas y muchísimas veces con el silencio cómplice de las familias e incluso de otras mujeres como sus propias madres. Y se ha puesto de presente también que el abuso no conoce de estratos sociales, que ocurre “hasta en las mejores familias” y cómo él en todos los niveles aparece el silencio, se reparte la culpa, se cubre con vergüenza.Esa es la potencia de la campaña: decirles a todas, a cada una, que no están solas, que no son las únicas y, sobre todo, que no son culpables. Al tiempo, decirnos a los hombres que no tenemos derecho a abusar de nadie y que no podemos comportarnos como animales depredadores. Le puede interesar:Los hombres y las mujeresUn efecto no calculado de la campaña fue que además de ellas, también algunos hombres se atrevieron a contar y reconocerse como víctimas para decir que “la culpa no era mía (tenía 11 años), ni dónde estaba (de monaguillo en una iglesia), ni cómo vestía (un jean), el violador eres tú (el sacerdote de Kennedy en Bogotá). Ellos saben que se trata de otra lucha que, en el fondo, no es tan distinta. Más allá de los estribillos y las puestas en escena hay realidades que tenemos que revisar como sociedad, una tarea que implica generar espacios no solo virtuales para escuchar a las víctimas; educar a los hombres para que en lugar de sentirse agredidos aprendan a no abusar y que todos entendamos que a pesar de que suceda con tanta frecuencia no es normal ni aceptable.
Es lógico celebrar un triunfo con alegría y euforia, pero para Natalia Muñoz fue algo mucho más especial. Desde hace varios años la corredora del equipo Flowerpack Montedias venía soñando con conseguir una victoria en la Vuelta a Colombia Femenina y después de serle tan esquivo pudo conseguirlo.En una extraordinaria actuación, la experimentada ciclista Natalia Muñoz se quedó con el triunfo de la tercera etapa de la Vuelta a Colombia Femenina 2019, disputada entre la ciudad de Manizales y el municipio de Anserma, sobre un trazado de 124,4 kilómetros, una victoria trabajada y esperada en una carrera que mantiene como líder a la antioqueña Daniela Atehortúa (Avinal).Un deporte que enamora por sus retosNatalia Muñoz lleva 15 años en el ciclismo, “que han sido muy intermitentes por mi labor de madre y porque siempre he trabajado, pero gracias a Dios he podido salir adelante”.Del ciclismo se enamoró porque “me reta a ser mejor cada día, porque es muy difícil, tenemos que vencer muchas adversidades cada día, podemos ser libres en nuestra bicicleta, conocer lugares, ver paisajes y conocer gente”.Inició en este un día que “monté en una bicicleta y quedé enamorada. Hasta el día de hoy he sentido muchas satisfacciones, es difícil por el tema del apoyo, hay muchas personas que aún no están de acuerdo con que las mujeres brindemos el mismo espectáculo de los hombres, pero yo sigo insistiendo en que las mujeres tenemos tanto potencial como lo tienen ellos, que podemos llegar a ser potencia en ciclismo femenino y por eso no me rindo y sigo luchando por lo que amo”, aseguró la deportista.Una victoria soñadaNatalia lleva 3 años buscando el triunfo en esta carrera y en diálogo con EL MUNDO contó que “desde que inició esta carrera, en el año 2016, estaba buscando este triunfo. Ese año nació mi hijo Jerónimo y no pude estar lista, en el año 2017 tuve una lesión en las rodillas, que todavía sigo arrastrándola un poco, el año pasado me enfermé y no pude tener una actuación destacada, pero por fin este año pude conseguir la anhelada victoria”.“Conseguir triunfos como el de hoy, que fue tan soñado, tan luchado y que se consiguió después de mucho tiempo, es satisfactorio, porque demuestra que nunca es tarde y que luchando por alcanzar los sueños se pueden hacer realidad. Este año ha sido muy difícil para mí por el tema de apoyo y pensé que no iba a participar, pero lo pude hacer y hoy cumplo uno de mis sueños”, destacó.Lea también:Moñona para Daniela Atehortúa en SalentoEsta corredora de 34 años, mamá de Valentina, de 14 años, y de Jerónimo, de 3 años, nació en Andes, Antioquia, pero desde muy pequeña reside en el departamento de Risaralda, más exactamente en el municipio de Dosquebradas, por eso le favorecía esta fracción, pues conocía perfectamente el territorio.“Este es mi lugar habitual de entrenamiento, casi todo el pueblo me conoce, por eso la barra en la llegada tuvo mucho que ver, sin duda, porque hubo un momento en el que pensé que se me agotaban las fuerzas, pero la barra y la gente golpeando las vallas me dieron la fuerza para rematar y lograr el triunfo”, expresó la corredora.Sobre la exigente jornada y el cruzar la meta en primer lugar opinó que “desde el inicio veníamos buscando la etapa. En la segunda jornada estuve en una fuga, intentando y no se nos dio, en la tercera tuve suerte y se logró, aunque hubo un momento en el que pensé que no se iba a dar porque miré hacia atrás y vi el lote muy cerca, pero gracias a Dios se consiguió”.Con este triunfo, que ella misma confesó verlo imposible en varias ocasiones, Natalia representa “esa mujer cabeza de hogar que no desfallece, a esa empoderada que lucha por sus sueños y le doy un mensaje a todas aquellas mujeres que quieren salir adelante y que creen que por su condición de madres no pueden hacer, sí se puede, nunca es tarde para comenzar. Hoy lo demuestro, cada día vivo una contrarreloj con mis hijos, entrenar, las cosas del hogar, pero Dios me ayuda y esta es una señal divina que me dice que voy por buen camino”.La cuarta fracción de esta edición de la carrera 2.2 de mujeres en el país se disputará este viernes 6 de diciembre con una Contrarreloj Individual entre las localidades de La Virginia (Risaralda) y Viterbo (Caldas), sobre un trazado de 22,8 kilómetros.Así va la Vuelta a Colombia Femenina 2019Clasificación etapa 31. Natalia Muñoz (Flowerpack) ----- 3h:42:392. Aranza Villalón (Avinal) ---- a 023. Camila Valbuena (Evolución) ----- m.t.4. Daniela Atehortúa (Avinal) ----- a 095. Jeniffer Medellín (Evolución) ----- a 106. Milena Fagua (Fundación Proyecta) ----- m.t.7. Natalia Pardo (SuperGiros) ----- a 158. Xiomara Castro (Evolución) ----- a 199. Ana Cristina Sanabria (Selección Colombia) ----- a 2210. Yeny Colmenares (Boyacá Raza de Campeones) ----- a 39Clasificación general1. Daniela Atehortúa (Avinal) ----- 10h:44:072. Natalia Muñoz (Flowerpack) ----- a 063. Aranza Villalón (Avinal) ----- a 094. Jeniffer Medellín (Evolución) ----- a 195. Camila Valbuena (Evolución) ----- a 216. Natalia Pardo (SuperGiros) ---- a 287. Milena Fagua (Fundación Proyecta) ----- a 548. Xiomara Castro (Evolución) ----- a 1:149. Yeny Colmenares (Boyacá Raza de Campeones) ----- a 1:1810. Jessenia Meneses (Team Illuminate) ----- 1:50
Es cierto que muchos hombres se sintieron atacados por las mujeres que cantaron “¡y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía!” un pegajoso estribillo que sin duda alcanzó su propósito; sin embargo, otros en lugar de sentirnos señalados nos declaramos solidarios y avergonzados. Las nutridas manifestaciones en plazas y espacios públicos lograron, por invitación de una masa creciente, que muchas mujeres se atrevieran a gritar lo que por mucho tiempo callaron con dolor. Y más allá de lo que para muchos es un performance o un momento para llamar la atención, consiguieron poner el tema en discusión y lo han mantenido en la agenda a través de las redes sociales y otros espacios, lo que no es fácil en una sociedad tan convulsionada, en donde la opinión pública atiende una sucesión de hechos a una velocidad exorbitante. La canción de “Un violador en tu camino”, no apareció por generación espontánea, hace parte de la conmemoración del día mundial de la eliminación de la violencia contra la mujer. Una fecha que no deberíamos necesitar a estas alturas de la civilización, pero que ha quedado claro, se requiere. La canción fue creada por el colectivo chileno Lastesis de Valparaíso, pero se regó como la pólvora y se convirtió en una especia de himno que se repitió en las plazas públicas, desde Chile hasta Europa. Lea también:Escuchar, tarea pendienteA partir de convocatorias por redes sociales y grupos de apoyo, las mujeres entonaron el cántico con una puesta en escena que incluye una venda en los ojos. En las redes en cambio, muchas con nombre propio han dado la cara para insistir en que “La culpa no era mía, era del tío, del abuelo, de un amigo o del vecino…” han revelado nombres propios y parentescos, relaciones aún consentidas que no acabaron bien. Y se han atrevido incluso mujeres reconocidas, líderes políticas, periodistas, activistas, estudiantes, mujeres de carne y hueso que han encontrado en la masa y en esa presión positiva de grupo el valor para hacer catarsis, para vencer los fantasmas y para sacar con furia el dolor que han cargado por días, meses, años y hasta décadas.No creo que todos los hombres sean violadores, ya he expresado en este Memento lo injusto y peligroso de las generalizaciones. Tampoco me parece que el sentido del estribillo, cuando dice que el “violador eres tú” sea el de señalar a diestra y siniestra. Pero muchos se han sentido señalados por el hecho de ser hombres, tal vez porque eso de la empatía no hace parte de nuestro acervo desde la educación inicial. Y claro, algunos las encuentran sobreactuadas o exageradas, pero basta leer las historias para sentir vergüenza de época y de género. Somos un entorno peligroso y para poder cambiarlo debemos empezar por reconocerlo.Me preocupa pensar cuántas veces una mirada, una palabra, una acción o una omisión ayudaron a consolidar ese mundo del riesgo. Sé que nunca he violado a nadie, pero temo haber lastimado muchas veces. Cuando así haya sido, la culpa fue mía, no de ella, “ni dónde estaba, ni cómo vestía”.Los datos que se han conocido esta semana hablan de que 1 de cada 3 mujeres fueron agredidas desde niñas o lo serán en algún momento de la vida. Son millones en el mundo, que han sido víctimas de desconocidos que las persiguen en la calle, pero sobre todo de personas cercanas y muchísimas veces con el silencio cómplice de las familias e incluso de otras mujeres como sus propias madres. Y se ha puesto de presente también que el abuso no conoce de estratos sociales, que ocurre “hasta en las mejores familias” y cómo él en todos los niveles aparece el silencio, se reparte la culpa, se cubre con vergüenza.Esa es la potencia de la campaña: decirles a todas, a cada una, que no están solas, que no son las únicas y, sobre todo, que no son culpables. Al tiempo, decirnos a los hombres que no tenemos derecho a abusar de nadie y que no podemos comportarnos como animales depredadores. Le puede interesar:Los hombres y las mujeresUn efecto no calculado de la campaña fue que además de ellas, también algunos hombres se atrevieron a contar y reconocerse como víctimas para decir que “la culpa no era mía (tenía 11 años), ni dónde estaba (de monaguillo en una iglesia), ni cómo vestía (un jean), el violador eres tú (el sacerdote de Kennedy en Bogotá). Ellos saben que se trata de otra lucha que, en el fondo, no es tan distinta. Más allá de los estribillos y las puestas en escena hay realidades que tenemos que revisar como sociedad, una tarea que implica generar espacios no solo virtuales para escuchar a las víctimas; educar a los hombres para que en lugar de sentirse agredidos aprendan a no abusar y que todos entendamos que a pesar de que suceda con tanta frecuencia no es normal ni aceptable.
Una nueva estafa que pide vincularse a una campaña de donación de sillas de ruedas para niños que padecen PCI (Parálisis Cerebral Infantil), seha extendidoa través de las redes sociales.El texto señala que las supuestas sillas de ruedas se otorgan de manera gratuita con el apoyo de diferentes club rotarios y pide a los usuarios reenviar la información o contactarse un número de teléfono. Lea también:Dane y Registraduría desmintieron cadena sobre el censo en WhatsAppEl mensaje enviado es el siguiente:“Buen día,si saben de niños que necesiten sillas de ruedas PCI, para niños con parálisis cerebral infantil, o espina bífida favor de comunicarse al teléfono 2385939363 con el Ing. Armando Pacheco. Las sillas se otorgan completamente de forma gratuita, existen sillas disponibles por favor reenvíen el mensaje a dónde creen que puedan ocuparse estas sillas. Muchas gracias. El apoyo es de club rotarios aún hay muchas sillas pero poca gente, hay que aprovechar.Hola, por si conocen a alguien con labio leporino o paladar hendido, se informa que hay 12 médicos norteamericanos dispuestos a operar gratis en el Hospital Militar, pero solo hay 71 pacientes y se necesitan 135 pacientes para operar la próxima semana (lunes 22-viernes 26 de enero, 2018).No te quedes con el mensaje alguien se puede alegrar al recibir esta noticia.Interesados llamar al 222-367 7-808 - Hospital Militar”También, en la misma cadena se ofrecen cirugías para personas con labio leporino o paladar hendido, algo que el Hospital Militar, institución a la cual esta vinculada la información, se encargó de desmentir en enero de 2016, cuando una cadena similar se extendió por internet.Puede leer el comunicado completo emitido por el Hospital Militar aquí: Nuevamente apareció mensaje falso en redesEntretanto, se puede afirmar que este mensaje es falso a simple lectura, pues, primero, los números de contacto proporcionados no corresponden con los números reales de la institución mencionada; segundo, no se proporciona información alguna sobre los club rotarios que participan de la iniciativa y, por último, la misma información está vinculada con una cadena de mensajes que circuló en México el pasado 18 de enero, con los cuales se buscaba estafar a la ciudadanía. Si usted encuentra temas que desinformen a la comunidad o le llegan cadenas de mensajes con información que le generen sospechas, envíenos sus inquietudes vía Whatsapp: 310 4168851, Twitter: @elmundomedellin, o e-mail: digital@elmundo.com
En decidida y afortunada acción protectora de la vida y el futuro del valle de Aburrá, el Área Metropolitana ha reavivado el convenio Nuestro Río convocando a sus socios a emprender una inspiradora intervención integral en 19 representativas quebradas de los diez municipios de esta subregión.El proyecto reúne a los municipios integrantes del Área Metropolitana, las corporaciones ambientales con presencia en la subregión (Corantioquia y Cornare), las instituciones públicas y privadas, que suscribieron el convenio Nuestro Río, así como a las ONG y comunidades locales, que se sumarán al proceso de reconocer, limpiar, recuperar y proteger esas quebradas.Vea también: Nuestro ríoEl aporte ambiental hace de este un proyecto trascendente. Su extensión geográfica, la dimensión del compromiso de quienes participan en el proyecto y la revisión que las sociedades hacen de su relación con el agua, pueden convertirlo en nuevo impulso a la transformación que puede hacer del valle de Aburrá el territorio urbanizado en armonía con la naturaleza.Las bases para tal paso están definidas en el Parque Central de Antioquia, vislumbrado en 2004; el Plan Bio2030, aprobado para el Área Metropolitana en 2011, y el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellin, aprobado por el Concejo en 2014. Y los cimientos fueron construidos con los diseños de Parques del río Medellín, que estructura una ciudad de cara y no de espaldas a su principal cuenca; con el Jardín Circunvalar, que definió el entorno de protección de los bosques, y por supuesto de las quebradas, y con el convenio Nuestro Río, como expresión de la voluntad común de poner al río en el centro del interés regional.Lea: El Parque del Río MedellínCon su impulso, el Área Metropolitana retoma el sueño y las posibilidades de reinventar la relación con las quebradas y, a partir de ellas, con este privilegiado entorno de erguidas montañas donde también crecen bosques y aguas, habitan ricas especies y es posible vivir disfrutando y compartiendo su belleza con propios y turistas llamados a seguirse maravillando con este regalo de la Creación que es el entorno natural del valle de Aburrá.
Los jóvenes que votaron por Álvaro Uribe en 2002 ya tienen 40 años y más, están acomodados en sus puestos de trabajo, muchos constituyeron familia y su preocupación es criar los hijos, sacar adelante un emprendimiento, pagar la cuota mensual del apartamento y tener buenos planes para el fin de semana y vacaciones. Hoy tienen algo qué cuidar: un puesto de trabajo, una hipoteca, un carro, una finca, un negocio propio. A una pequeña parte de esa generación la conocí en la Universidad como profesor. Vi su entusiasmo y sus deseos de cambio. Fueron esos jóvenes los que convencieron a sus padres para votar por Uribe, desconociendo la presencia de los candidatos oficiales de los dos partidos tradicionales, por quienes sus padres y abuelos votaban irremediablemente dentro de la lógica del bipartidismo dominante.Unos años más atrás, los jóvenes de entonces se habían entusiasmado también por Luis Carlos Galán, atraídos por su discurso contra la corrupción y por su elocuencia. Galán era un seductor que embrujaba con la palabra. Y mucho antes, la generación de mis padres, se había entusiasmado con Jorge Eliécer Gaitán, otro mago de la palabra. Pero Gaitán y Galán fueron asesinados porque podían poner en jaque el sistema. Esas muertes dejaron tras de sí la frustración lógica de sus seguidores y la advertencia perentoria de que el cambio en Colombia no era posible por las vías democráticas, porque en el país el homicidio también es un arma política.Lea también:El malestar con el EstadoLos jóvenes de las generaciones siguientes al cambio de milenio no tuvieron la misma suerte de sus antecesores. Aunque muchos también fueron a la Universidad, el desempleo y la precariedad laboral empezaron a restregar sus sueños contra el pavimento. Ya desde la Universidad empezaron a tener dificultades para acceder a las prácticas universitarias, cada vez más escasas y más competidas. Estas generaciones, que son las más y mejor formadas de la historia, viven peor que sus padres, reciben bajos salarios o trabajan a destajo como contratistas ocasionales, no piensan en el matrimonio porque no tienen cómo sostenerlo y sus ingresos no los habilitan para recibir un préstamo hipotecario para adquirir un apartamento. Esas generaciones, a las cuales muchos adultos se han encargado de desacreditar como vagos, porque piensan distinto y viven distinto, son expresión del desencanto y la incertidumbre. Las generaciones actuales son nativos digitales, viven más en el presente que en el pasado y creen que el futuro no será mejor. La mayor parte de su vida gira alrededor de un Smartphone o un computador: por ahí estudian, se comunican, se divierten, hacen sus compras y se informan. Esta generación no lee periódicos tradicionales, no tienen ataduras ideológicas y decide qué es lo que le interesa o resulta mejor movida por el pragmatismo.Estas generaciones han desarrollado sensibilidades frente al sexo y la identidad de género, los animales, el cambio climático, los grupos vulnerables, todo lo cual dio un vuelco a la agenda pública. Con ese equipaje, los jóvenes fueron capaces de dar el salto de las redes sociales a la calle, sobre todo, cuando llevábamos un poco más de diez años escuchando la retahíla de que las redes sociales no votan, porque hasta hace poco, era uno el ambiente que se percibía en las redes y otro, muy diferente, el resultado de las urnas. Y más en Colombia, un país que no se sintió interpelado ni por la primavera árabe ni por el 15 M, movimientos que tuvieron su origen en redes sociales y se expandieron gracias a la magia de Internet.Le puede interesar:Voluntad políticaLos jóvenes de hoy salen a la calle y les toman gusto a las marchas. El ejemplo lo tienen en el movimiento “Viernes por el clima”, impulsado por la joven Greta Thunberg, que moviliza miles de adolescentes y jóvenes en todo el mundo cada semana. En el caso colombiano es una generación sin ataduras, que creció oyendo hablar de corrupción y de ausencia del Estado y que no confía en los partidos políticos. Una generación que como dice uno de los muchos carteles llamativos que se han visto en las calles, no piensa tener hijos, pero lucha por el futuro de los hijos de los demás. Una generación que combina las formas de lucha: un día usa cacerolas y el otro convoca a un concierto como símbolo de la protesta pacífica.Quizás sea otra forma de Estado de opinión, que pide ser escuchado y se manifiesta en la calle, con carteles, con cacerolas, con música. Los jóvenes dejan atrás la indiferencia y se entienden como sujetos políticos, conscientes de que la mayoría de edad la alcanzan ejerciendo una ciudadanía activa, porque la calle es el lugar de la democracia.Cambian las generaciones, pero no cambia el Estado, lo que acrecienta la distancia y dificulta la comunicación. Los funcionarios públicos y quienes toman las decisiones siguen aferrados a los mismos moldes de toda la vida, encerrados en su autismo. ¿Si los tiempos cambian, por qué no cambia la manera de enfrentar los problemas?
El enorme inconformismo nacional obliga a que los dirigentes entiendan que “democracia”, no es el gobierno de las personas elegidas, y ni siquiera el de las mayorías, sino “el Gobierno de todos”, por eso los gobernantes deben saber que además de válidas sus decisiones, deben ser legítimas, lo que es posible si se sabe interpretar y ponderar los intereses de todos los habitantes del territorio.La democracia ha trascendido y de la existencia de derechos fundamentales esenciales, como la vida, la igualdad, la libertad, el derecho de petición,… hemos avanzado a otros derechos con mayor grado de desarrollo como son los derechos políticos, económicos, sociales y culturales, y además a derechos colectivos como son el de tener acceso a los servicios públicos y a un medio ambiente sano. Lea también:Servicios públicos en la agenda del gobernador y del alcaldeDe los derechos formales, hemos pasado a un nivel superior que hace referencia al derecho a tener una “vida digna”, lo que implica que el Estado adopte las medidas necesarias para que el bienestar no sea el privilegio de unos pocos, sino que todas las personas puedan a acceder a derechos esenciales como son en la actualidad, la salud, la educación, el transporte, la recreación y a servicios de acueducto, saneamiento básico, energía y tecnologías de la información y las comunicaciones. La protesta y la movilización social son mecanismos que se ha ideado la democracia de participación y el Estado social de derecho, para que los ciudadanos hagan valer los derechos que son afectados o amenazados, por la actitud de sus gobernantes, y tienen como propósito buscar un cambio en la orientación de las políticas públicas que ha adoptado el Estado.En estas condiciones el diálogo es el camino de solución, para ello se requieren mentes abiertas al reconocimiento de los derechos de todos, con capacidad de renunciar en especial a la existencias de privilegios no justificados, o a la inequidad en las relaciones sociales, que deben construirse con bases justas, que solo son posibles si existe equidad para todos.Es a través del acceso universal a los servicios públicos, como lograremos construir una mejor vida para todos, lo que implica que tanto las autoridades locales, como las nacionales incluyan el tema como prioritario en las agendas de gobierno, y no le den un tratamiento marginal, pues se trata de asuntos esenciales en el bienestar que las comunidades reclaman.Para la construcción de una política pública adecuada en servicios públicos, no es suficiente entender que se han liberalizado y que pueden prestarse en condiciones de “libre competencia”, por el contrario, se requiere la acción decidida del Estado, que intervenga las actividades económicas, con el fin de garantizar el cumplimiento de los fines sociales de los servicios públicos, y que en su prestación no se está incurriendo en abuso de posición dominante y desconociendo los derechos de los actuales y potenciales usuarios.Le puede interesar:Las comisiones de empalmeSi temas como: la eficiencia y la equidad tarifaria, el funcionamiento adecuado de los fondos de subsidios destinados a atender las necesidades de la población con menor capacidad de pago, la puesta en vigencia y aplicación de los planes de gestión integral de residuos sólidos, la prestación de servicios públicos bajo esquemas diferenciales que reconozca las condiciones especiales de los sectores más vulnerables de la población, el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad en el uso de recursos naturales, no entran en el orden del día con el énfasis necesario en las agendas gubernamentales, se están generando condiciones adecuadas para el reclamo social y la protesta ciudadana.Es tarea de los gobernantes identificar los problemas que afectan el bienestar ciudadano y el desarrollo integral de la sociedad, ponerlos en la agenda de sus gobiernos, y darles solución adecuada y oportuna, para ello deben privilegiar asuntos asociados a la prestación de servicios públicos, pues sin duda, su prestación constituye uno de los fines esenciales del Estado y permiten que todos podamos acceder a condiciones de “vida digna”. Si no se atienden las necesidades básicas de la sociedad, y si los gobiernos no garantizan el cumplimiento de los fines sociales del Estado, tanto las autoridades locales, como las nacionales deben acostumbrarse al reclamo legítimo, que es el instrumento que el Estado social de derecho reconoce a todos los ciudadanos.
Dieciocho de los setenta grabadores que en 2018 participaron en el Primer encuentro de grabadores realizado en Medellín, a iniciativa de la Fundación Ángel Gómez, son los protagonistas de la exposición Más allá del encuentro, que abrió sus puertasel pasado martes 3 de diciembre y se extenderá hasta el 10 de enero en la galería de arte de la Asociación de empleados del BID.Las artistas Ana Fernández yMale Correa, que viajaron desde Medellín para la apertura de la exposición,Monica Porro, directora de la Galería;Claudia Rousseau, crítica de arte, y Félix Ángel, líder de la exposición en Washington, durante la inauguración de la exposición.Después del exitoso Encuentro de grabadores, Félix Ángel y el grupo organizador lideraron la convocatoria a organizaciones creadoras de eventos artísticos, como Artomatic y Hamiltonian Artists, para que una selección de las obras que estuvieron expuestas en noviembre del pasado año en Parques del Río, se presentara en Washington. La selección, explicó Félix Ángel, se realizó atendiendo la disposición de espacio de la galería que dirige Mónica Porro. Lea también: ¿Qué tal una Feria de grabado en Medellín?Ángel explicó también que este evento se propone demostrar en una de las capitales del arte que 'el grabado esá vivo en Medellín' y que esa técnica está siendo explorada por artistas que despliegan 'imaginación, habilidades, entusiasmo y compromiso para descubrir las posibilidades de sus técnicas'.Monotipo, obra de Armando LondoñoEn la exposición participan los artistasDiego Arango,Álvaro Botero Gallego,Juan Ernesto Correa,Male Correa,Ana Fernández,Hernando Guerrero,Armando Londoño Gómez,María López,Carlos Marín,Camila Maya Monsalve,Luis Fernando Mejía Jaramillo,Victoria Ortiz, Julio Sampedro Longas,Fabián Rendón,Jorge Rodríguez,Jessica Paola Sánchez Barba,Mónica Lorenza Taborda G. yLuis Fernando Uribe, De ellos apenas los fallecidos Fabián Rendón yLuis Fernando Mejía, así como Victoria Ortiz, Armando Londoño yHernando Guerrero habían participado en exposiciones en Washington DC.Le puede interesar: Nueva experiencia para MedellínDentro de las actividades asociadas a la Exposición, el próximo 11 de diciembre se realizará un conversatorio de Félix Ángel con la crítica de arte Claudia Rousseau sobre esta exposición y el estado del grabado en Medellín.Obra de Luis Fernando Uribe, de la serie ArbóreaLos eventos preceden la preparación del Segundo Encuentro de artistas grabadores de Medellín, a realizarse en 2020 con el apoyo de Comfama, según informaron sus promotores.