La oposición le llama Operación Libertad, el oficialismo movimiento golpista. Los opositores dicen que es el inicio del fin del régimen de Nicolás Maduro, los chavistas aseguran que el movimiento golpista está controlado y que el país está en orden.

Lo cierto es que el pueblo de Venezuela está de nuevo en las calles, apoyado por un sector militar que decidió unirse al presidente encargado Juan Guaidó y a las voces que claman un cambio de gobierno y el final de la crisis humanitaria que hunde al país petrolero.

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Un agitado día que comenzó hacia las 4 de la madrugada de este martes 30 de abril, cuando Guaidó y varios militares que lo acompañaron liberaron al dirigente opositor Leopoldo López, quien se encontraba en arresto domiciliario cumpliendo una condena de más de trece años de detención.

“El momento es ahora”, gritaron Guaidó y López invitando a todo el pueblo a salir a las calles para exigir el fin de “la usurpación del poder”.

“Aquí inicia la fase final de la Operación Libertad”, dijo el presidente interino a las afueras de La Carlota, una base aérea al este Caracas, mientras más y más venezolanos se sumaban a la protesta.

“A todos los que están escuchándonos, este es el momento. Todos queremos empezar a construir el futuro de nuestros hijos”, repitió Guaidó destacando que “un amplio grupo de importantes militares ha decidido hacerse al lado de la Constitución”, aunque insistió en que “es necesario más apoyo para consolidar el proceso de transición democrática de forma pacífica”.

“Todos a movilizarnos. Es hora de conquistar la libertad”, dijo a su vez Leopoldo López, convertido en un símbolo de la oposición venezolana desde 2014, cuando fue arrestado y luego condenado a cumplir la condena, según el gobierno, por “asociación para delinquir y destrucción de bienes públicos”, luego de que se le acusara de liderar ese año las primeras protestas callejeras en contra del régimen chavista, y en las que tres jóvenes perdieron la vida a manos de las Fuerzas Armadas. Inicialmente López fue recluido en la prisión militar de Ramo Verde, pero después de un tiempo la presión internacional logró cambiar la medida por “casa por cárcel”, a partir del 8 de julio de 2017.

Dura represión

Pero mientras Guaidó convocaba al pueblo diciendo “en este momento me encuentro con las principales unidades militares de nuestra Fuerza Armada dando inicio a la fase final de la Operación Libertad”, al otro lado el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, Diosdado Cabello, llamaba a las milicias y a los simpatizantes del chavismo a reunirse en las afueras del Palacio de Miraflores para “defender” el gobierno de presidente Nicolás Maduro.

“Invitamos a todo el pueblo de Caracas, vénganse a Palacio (sede de gobierno) inmediatamente”, gritó Cabello. Y la respuesta no se hizo esperar. Militares, milicianos, seguidores y colectivos armados desplegaron de inmediato una fuerte ofensiva de represión contra los manifestantes. Gases lacrimógenos, agua a presión, disparos al aire, motocicletas con hombres armados y tanquetas embistiendo a los manifestantes fueron entonces las imágenes más repetidas en las calles de Caracas, pues del resto del país poco o nada se vio porque no había señal, la orden fue cerrar las redes sociales y las comunicaciones. El país quedó incomunicado.

“Lo vamos a reiterar una y mil veces, cada acción de ellos tendrá una respuesta contundente, de defensa de la Patria, de la Revolución Bolivariana, de nuestra Constitución”, advirtió Cabello.

Según el presidente de la ANC, una parte de la tropa militar que se encontraba junto al diputado Guaidó fue llevaba al lugar “engañada, los montaron y les dijeron que iban a una actividad distinta y terminaron involucrándolos en esto”, aseguró.

Las posiciones se mantienen

Y al caer la tarde, cuando se cumplen más de doce horas de protestas, la situación era igual. El presidente de la ANC y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, manifestaban que la “Fuerza Armada Nacional Bolivariana se mantiene firme en defensa de la Constitución Nacional y sus autoridades legítimas". En tanto que la oposición aseguraba que se mantendrán en las calles y que este es apenas el comienzo del final para el régimen de Maduro.

“Es una gran noticia para todo el país que los militares de las Fuerzas Armadas de Venezuela hayan dado este paso. Venezuela: en nuestras manos tenemos el poder de lograr el cese definitivo de la usurpación”, aseguró Guaidó en la red social Twitter, en la que agregó que “Estamos en un proceso que es indetenible. Tenemos el respaldo firme de nuestra gente y del mundo para lograr el restablecimiento de nuestra democracia”.

A su vez, Padrino afirmó que la intentona golpista fue derrotada y que se trató de un hecho de magnitud “insignificante”. “Nosotros tenemos que reafirmarlo. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el texto constitucional, la soberanía de Venezuela, residen intransferiblemente en el pueblo”, expuso el ministro de Defensa.

“No reside en ningún imperio, en ningún otro Estado, en ningún otro gobierno”, agregó y rechazó rotundamente lo que considera una “nueva agresión dirigida por factores del “imperialismo norteamericano”, y dijo que por supuesto aquí ya han dado la cara los que están detrás y sus “lacayos”.

“He conversado con los Comandantes de todas las Redi y Zodi del país, quienes me han manifestado su total lealtad al pueblo, a la Constitución y a la patria. Llamo a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la paz. ¡Venceremos! Dijo Maduro.

Chavismo acusa a Colombia

“Hacemos llamado a militares y al pueblo de #Venezuela para que se ubiquen del lado correcto de la historia, rechazando dictadura y usurpación de Maduro; uniéndose en búsqueda de libertad, democracia y reconstrucción institucional, en cabeza de @AsambleaVE y el Presidente @jguaido”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de Colombia, Iván Duque.

Posición que respaldó el canciller Carlos Holmes Trujillo: “‏Siguiendo instrucciones del Presidente @IvanDuque avanzamos en la comunicación con los países miembros del Grupo de Lima para convocar reunión de emergencia a fin de continuar apoyando con decisión regreso de la democracia y libertad a Venezuela”.

Pronunciamientos que el oficialismo chavista aprovechó para decirle a la comunidad internacional que “el apoyo del gobierno de Colombia es un nuevo intento de golpe de Estado en Venezuela”.

“Desde Washington y Bogotá se han planificado todas las fracasadas acciones inconstitucionales de los últimos meses en Venezuela”, expresó el canciller venezolano, Jorge Arreaza, a través de su cuenta de Twitter.

En respuesta a los pronunciamientos del presidente Duque y del canciller Trujillo, Arreaza dijo que “una vez más se hace evidente lo que siempre hemos denunciado: todas las conspiraciones contra la democracia venezolana, incluyendo este intento de golpe de Estado, son apoyadas y financiadas por el gobierno colombiano”.