Luis Álvaro Gallo logra a través de su estudio de apellidos hacer una historia real de los valores históricos de nuestra región.
Resultó ser algo muy importante asistir en Bogotá a la Casa de Antioquia en donde se hizo el lanzamiento de un libro de Luis Álvaro Gallo Martínez titulado como “Apellidos antioqueños”. Esa obra trata en forma muy inteligente unos destacados apellidos que dejaron grandes aportes a la fuerza y al desarrollo de la región antioqueña. Al respecto quiero citar el apellido ‘Abad’ que se origina en España como apellido toponímico de origen vasco y que llegó a la región antioqueña por Don Santos Abad de la Riva quien nació en Palencia en 1752 y que murió en Medellín en 1813. De él descienden personajes como Héctor Abad Gómez, nacido en Jericó en 1921, ilustre médico casado con María Cecilia Fasciolince García, padres de varios hijos entre ellos el famoso Héctor Joaquín Abad Fasciolince, destacado personaje y ejemplo de inteligencia artística, ejemplo perfecto de un simple apellido que se destaca en la cultura y la literatura, igual como lo han hecho típicos apellidos antioqueños aún sin ser gobernantes o personajes millonarios.
El libro de Luis Álvaro Gallo destaca inteligentemente apellidos antioqueños que marcaron nuestra historia como es el caso de Zea, Pardo, Lalinde, Córdoba, Barrientos y otros que dejaron famosa historia en la sociedad antioqueña.
En nuestro departamento se narran historias que dejaron importantes capítulos como fue la llegada de ilustres extranjeros que vinieron atraídos por la minería aurífera como es el caso de los apellidos Greiff y Eusse. Se integraron a nuestra sociedad y hoy son parte fundamental e histórica de toda nuestra Antioquia.
Luis Álvaro Gallo logra a través de su estudio de apellidos hacer una historia real de los valores históricos de nuestra región. Este destacado estudio nos muestra la realidad de los valores que se destacan en Antioquia, siendo muy importante todo lo relacionado con la minería y que posteriormente hicieron surgir destacados capítulos como el crecimiento de la agricultura, la ganadería y los procesos industriales.
Leyendo el libro de Luis Álvaro Gallo uno entiende que los valores sociales positivos se destacaron históricamente por parte de personajes cuyos apellidos se distinguieron con sus apellidos.