La vacuna BCG o contra la tuberculosis sería una posible inoculación que inmunice a la población contra la covid-19 o, al menos, que la proteja hasta que se encuentre un remedio seguro y eficaz.

Sobre esta hipótesis, la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia está haciendo un estudio clínico controlado. Se trata de un ensayo científico que trata de mirar si hay reacción cruzada en anticuerpos o de fabricación de anticuerpos contra el virus de la covid-19, eso sería un hallazgEn Uo interesantísimo, según expresó a EL MUNDO, el decano, Carlos Palacio Acosta.

El propósito de tal estudio es inducir en las personas que se vacunan un fenómeno que se llama entrenamiento inmunológico, a través del cual los científicos, como el mismo nombre lo dice, buscan entrenar al sistema inmune para defenderse frente a virus, bacterias, hongos o cualquier otro patógeno al que la persona se vea expuesta.

“Estudios inmunológicos, desde hace ya muchos años, postulan que cuando uno le pone esta vacuna a una persona, el sistema inmunológico se entrena para defenderse no solamente contra la bacteria que contiene la vacuna sino contra otros patógenos, incluyendo virus”, detalló Juan Carlos Cataño Correa, médico internista e infectólogo, magister en VIH/SIDA, profesor titular de la sección de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, y líder de la investigación.

El postulado que está desarrollando la Facultad de Medicina del Alma Mater en esta investigación es que, al vacunar a las personas, en este caso a los trabajadores de la salud, como primera medida, se estimulará de tal forma su sistema inmunológico, de manera que cuando se vea retado este sistema de defensa por la covid-19, no es que no se infecte, pero sí que, si se infecta, va a presentar unas manifestaciones mucho más leves que si no se hubiese vacunado.

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Científicamente, la vacuna de BCG está calificada como “viva atenuada”, es decir, es una vacuna que no está muerta o que “clínicamente indica que no es capaz de enfermar a la persona con la bacteria que contiene, una bacteria parecida a la de la tuberculosis y está viva pero atenuada para estimular el sistema inmunológico sin causar enfermedad en la persona que se vacuna”, detalló el profesor Cataño Correa.

Esta es una vacuna que en Colombia se aplica a los recién nacidos desde 1920, lo que le ha dado al país mucha experiencia con ella, además porque es una vacuna muy segura.

¿Detrás de cuáles hallazgos van?

Según el investigador, con este ensayo clínico se explicaría, también, por qué a los niños no les da la infección de la covid-19 tan severa, y no se mueren tanto como los adultos, según los datos arrojados por la infección en el mundo.

“El sistema inmunológico de los niños está retado con una gran cantidad de vacunas que se les aplican y esto haría que el entrenamiento inmunológico de esta población fuese optimo, facilitando que se les defienda no solamente contra lo que se les ha vacunado sino contra otros virus y bacterias que hay en el medio ambiente, en este caso, el covid-19, que hace que sí se infecten pero que les den las formas leves de la enfermedad,”, referenció el líder de la investigación.

En la misma medida, otro de los hallazgos que busca alcanzar el estudio es explicar por qué a las personas que tienen una condición de inmunosuprimidos o los adultos mayores que casi no tienen defensas les da la enfermedad de esta infección más severa.

Esto, sumado al mencionado en el principio de “evaluar el desempeño de la vacunación con BCG, en la reducción de la gravedad de la infección por SARS-COV-2 respecto al placebo, en personal de la salud de Medellín, Colombia”, como el objetivo específico del grupo científico.

Y para entrar a determinar los anteriores aspectos, la metodología que se aplicará se llama un Estudio Aleatorio Prospectivo Controlado con Placebo, lo que indica que a las personas que acepten participar de la investigación se les dará a escoger un sobre sellado que indicará qué se le pondrá, “ni los que aplicamos la vacuna ni quiénes se les aplica, sabemos qué les estamos aplicando. A la mitad les vamos a aplicar placebo y a la mitad les vamos a aplicar vacuna de la tuberculosis y más adelante vamos a ir haciendo análisis para saber cómo se comporta una u otra población, frente a la infección de este virus”, contó Juan Carlos Cataño Correa.

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Teoría y pronóstico de resultados

Al fijarse en el anterior mapa de la vacunación en el mundo para la tuberculosis, hay unos países que hace años abandonaron la vacunación contra esta bacteria en sus niños, estos territorios son España, Italia, Gran Bretaña, Australia y Estados Unidos, entre otros, precisamente, esas son las naciones más afectados en este momento por la covid-19.

“Curiosamente, el único país en Latinoamérica que no vacuna a sus niños contra la tuberculosis es Ecuador, territorio al cual impactó, inicialmente, con mayor severidad la pandemia, claro que en este momento Brasil está repuntando en las cifras, aunque allí habría que tener en cuenta su mayoría de población inmigrante”, explicó el profesor.

Y esa es solo una de las bases teóricas de este estudio, que está siendo desarrollado por el Pecet de la Universidad de Antioquia, un grupo de investigación categoría 1A de Colciencias, con mucha experiencia en equipos de campo, los mismos que hicieron el estudio del mosquito con Wolbachia para controlar el dengue en las comunas de Medellín. Se trata de un equipo conformado por infectólogos, inmunólogos, epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas, todos con la idea de sacar adelante este proyecto.

En cuanto al tiempo estimado para primeros resultados, Cataño Correa declaró: “Es muy variable, puesto que esto es un fenómeno que nunca se ha explorado en la clínica en pacientes reales, sino que son teorías inmunológicas basadas en ensayos in vitro, pero nosotros esperamos hacer análisis cada tres meses evaluando cómo están los resultados”.

Vale la pena decir que, este mismo estudio lo están realizando en Holanda, Australia, Estados Unidos y Egipto, por ejemplo; específicamente, en este momento hay matriculados en las bases de datos del mundo siete estudios de iguales características, incluyendo el la Universidad de Antioquia, en los cuales se está evaluando el mismo resultado, el impacto de esta vacunación, puesto que sería una forma muy barata, una intervención segura para poder cambiar las cifras de la covid-19 en el mundo.

“A medida que esos grupos también vayan publicando o dejando saber sus resultados, pues nosotros iremos haciendo los análisis respectivos y en caso de que alguien encuentre un resultado, sean ellos o nosotros, a favor o en contra de la vacunación, iremos liberando la información, y sacando conclusiones al respecto, que podrá ser la base para emprender una campaña de vacunación poblacional, que mejore los desenlaces clínicos en la población general”, remató el médico infectólogo.

Y aunque este se anuncia como un hallazgo “maravilloso” en medio de la crisis a la que se enfrenta el mundo entero por la covid-19, lo cierto es que a los investigadores de Medellín les faltan los recursos económicos para poder continuar con la investigación, en este momento están tramitando todos los permisos que se requieren para hacer un estudio de este tipo, aunque se debe considerar que estos en realidad no son una limitante, pues simplemente se trata de trámite administrativo, y ya están muy adelantados tanto con el Invima como con el Ministerio de Salud; pero ahora lo que necesitan los científicos del grupo son los recursos para poder pagar, específicamente, el seguro de responsabilidad civil y comprar unas pruebas rápidas para el diagnóstico de la covid-19, que suman aproximadamente $300 millones.

También buscan acercamientos con la empresa privada, porque de llegar a funcionar, aquí habría opción importante y económica para poder salvar vidas y ganarle la batalla a la covid-19.