El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
En contra:1. El comunismo ha sido de las peores pesadillas de la humanidad en dolor humano.2. Los dos más grandes líderes comunistas de la historia han sido al mismo tiempo los mayores genocidas. Entre Mao y Stalin mataron por gusto sádico, ambición y supuesta venganza a un número de personas inocentes superior a la población actual de Colombia.3. La mayor parte de los comunistas que aceptan la democracia en el fondo de sus corazones sueñan de todos modos con reemplazarla algún día por un sistema comunista.4. En general los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo que no parezca un ataque contra una religión.5. En medio de los auténticamente idealistas hay un buen número de personas con ideas comunistas que las han usado y las siguen usando exclusivamente para obtener beneficios para ellos mismos y para personas que piensan como ellos.Lea también: El fin de la historiaA favor:1. Si no es por la izquierda comunista la democracia no se hubiera transformado y seguiría siendo casi una injusticia institucionalizada como en sus comienzos lo era.2. Ha habido líderes de ideas comunistas que gobernaron bien democracias, y muchos de quienes han sido alguna vez comunistas luego se vuelven excelentes gestores de la democracia.3. La idea básica del pensamiento de izquierda de que no es justo que una minoría tenga beneficios excesivos por la penuria de la mayoría es perfectamente legítima.4. Por más que Cuba sea una pesadilla cotidiana para sus habitantes por culpa de Castro, especialmente por haber puesto misiles nucleares, hay menos crimen que en casi cualquier otro lugar del mundo.5. Mal que bien, sigue siendo cierto que la democracia capitalista que los comunistas tanto critican tiene serios problemas de corrupción e injusta redistribución.
¿Dulcecito o dulcesito?La construcción de estos diminutivos causa muchas dudas, aunque la norma es de las más sencillas del sistema ortográfico del castellano/español. Miren: el elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo (¿recuerdan?: prefijos, interfijos y sufijos). Este sufijo que usamos para formar diminutos se escribe con ce: “-ito” se convierte en “-ecito”, “-ececito” o “-cito”.Pero si la base, es decir, aquella parte de la palabra que no cambia, tiene la consonante ese, lo que hacemos es agregar el sufijo “-ito”: oso se convierte en osito, casa en casita, cosa en cosita, porque la otra opción, incorrecta por supuesta, sería, por ejemplo, “cascita”, y no, no funciona así.Lea también: ¿Ultimadamente o últimamente?Ahora, piensen en esto: ¿cómo formarían el diminutivo de clase? Pronuncien el diminutivo. ¿Ya? Notaron que la palabra no sufre ningún cambio y que se le agrega “-cita”. ¿Qué queda?: clasecita. Es muy diferente al caso de osito, que la forman “os” más “-ito”, mientras que a clasecita la forman “clase” más “cita”.De esas que casi nunca usamosFlamear. No es tan tan rara porque usamos palabras como flama o inflamable. Este verbo viene de la palabra latina flamma, que significa “llama”, por eso tenemos la ya citada flama (que puede significar “llama” o “reflejo que la llama produce”), y también por eso inflamable es aquello que se enciende con facilidad y causa, por lo tanto, llamas. ¿Pero qué es flamear? Pues puede ser “echarle” llamas a un alimento usando licor. Puede ser, también, “echarle” fuego a un animal muerto para acabar de quitarle las plumas o los pelos, según sea la especie. O quemar la superficie, por ejemplo, de un recipiente para esterilizarlo.Pero también tiene un significado sin fuego: “Dicho de una bandera: Ondear movida por el viento, sin llegar a desplegarse enteramente” (imagínense una bandera colgada en un barco).
Humedades, filtraciones, cielos rasos caídos, baños malos y problemas con puertas y chapas, son anomalías recurrentes en los Colegios de Calidad de Medellín, construidos en 2007, los cuales, en apenas una década de funcionamiento, presentan un deterioro evidente.La intención era loable. La administración de Sergio Fajardo planteó llevar colegios con altos diseños arquitectónicos a zonas marginadas y con poca presencia institucional. Pero estas estructuras no han dejado de causar problemas.El clamor de los rectores, directivos y profesoreses uno sólo: los materiales con los que hicieron los colegios son de mala calidad.En algunos colegios, como la Institución Educativa La Independencia en San Javier, la lista de daños es larga. Hay cielo rasos caídos, el baño de niñas está clausurado desde hace un año, hay otros baños cerrados porque causan filtraciones en los pisos inferiores, el sistema para vaciar queda botando agua y en dos de las aulas la mayoría de los ventanales están rotos. Además hay daños en tuberías, porque se rompen con frecuencia, hay chapas malas y una parte del piso de cemento está levantado.Una situación similar se ven en la Institución Educativa Joaquín Vallejo Arbeláez, en el barrio La Ladera, donde según Rubén Darío Hernández Botero, coordinador encargado, constantemente se rompen las tuberías por la presión del agua o porque son bajantes expuestas en el exterior, que al contacto se resquebrajan. En este colegio del oriente de Medellín las directivas tuvieron que cerrar una ventana con ladrillos porque la constante ruptura de los vidrios no pudo ser costeada por el colegio.Además la institución, que tiene seis niveles y varias terrazas, se ha vuelto un lugar peligroso. De acuerdo con el Coordinador “tiene zonas de alto riesgo como las terrazas, porque los estudiantes pueden saltar fácilmente por encima de la baranda y se ha deteriorado una parte de las mallas. También son peligrosas las escalas porque las cintas antideslizantes están desgastadas y tenemos muchas escaleras y los jóvenes suben y bajan corriendo. La población de árboles que rodea al colegio también nos preocupa porque sueltan ramas y no sabemos cuándo van a caer. Desafortunadamente hubo que talar muchos árboles. Además estamos muy expuestos a incendios forestales y en los días de verano se han presentado varios”.En el colegio Antonio Derka del barrio Santo Domingo Savio, han tenido igualmente problemas de materiales y de seguridad.En cuanto a los acabados, Rubén Darío Uribe Mejía, rector colegio, aseguró que “hubo problema desde el comienzo con las puertas, que tenían un material muy malo y hubo que cambiarlas todas. Las pusimos metálicas porque esos muchachos tienen mucha energía”.En la segunda planta del colegio hay un desnivel de casi 10 centímetros en el suelo, “nos dijeron que era normal porque el colegio estaba construido en dos bloques y que está programado para que uno ceda y no arrastre al otro. Aunque ya el desnivel se ve muy marcado, ya está casi desbordando los cálculos que tenían ellos”, explicó el rector.Uribe Mejía resaltó que “el colegio es muy bonito, se ganó la Bienal Iberoamericana de Arquitectura, pero el problema es que tiene materiales muy malos”.Otro dolor de cabeza para el rector de este colegio ha sido la plaza o mirador abierto al público, que se encuentra en la cubierta del colegio, ya que tiene una zona verde que genera humedades y filtraciones. Adicionalmente, en las noches se ha convertido en lugar de reuniones de jóvenes. “Eso lo emplean para consumir vicio, para hacer fiestas, meten carros y motos y eso no está diseñado para recibir ese peso entonces han quebrado la baldosa”, afirmó Uribe Mejía.¿Quién hace veeduría?Según el último informe de la Contraloría de Medellín sobre el estado de los Colegios de Calidad, publicado en 2012, la situación no es muy diferente en las demás instituciones.La entidad reseñó que en “los diez Colegios de Calidad presentan anomalías perceptibles a simple vista, que manifiestan la existencia de defectos en la construcción que podrían ser atribuibles a las fases de planeación, ejecución y uso”.La Contraloría concluyó que hay “especificaciones no acordes con el uso y tipo de usuario (casos de ello se tiene puertas en tríplex, push en unidades sanitarias, cerraduras, drywall), escalas y rampas sin cubierta, entre otras”.El órgano de control fiscal, en aquel momento, advirtió que “de no tomarse las medidas pertinentes, se tiene un inminente riesgo de afectación de un alto porcentaje de la inversión efectuada en la construcción y dotación de estas instituciones educativas, situación que podría conllevar a un detrimento patrimonial”.Tras el informe, la Contraloría pidió a la Secretaría de Educación y a la Empresa de Desarrollo Urbano implementar acciones de mejoramiento de los productos en mal estado, además de la adopción de manuales de contratación e interventoría, mejora en los protocolos de entrega de convenios y atención post entrega al aplicar los procedimientos para hacer efectivas las garantías. En este sentido, la entidad comunicó que actualmente no está desarrollando ninguna auditoría a los Colegios de Calidad, pero el seguimiento se encuentra contemplado dentro del Plan General de Auditorías de la presente vigencia y está programada para iniciarse en el mes de junio.La Secretaría de Educación de Medellín, en cabeza del Secretario Luis Guillermo Patiño, no se manifestó sobre las deficiencias en los Colegios de Calidad ni atendió las preguntas que este medio le refirió ante las carencias en las instituciones educativas.El citado informe de la Contraloría reveló las fallas constantes en los terminados de las estructuras, que al no ser atendidos con presupuesto de la Secretaría de Educación, consumen recursos de las instituciones que deberían estar destinados a mejorar la calidad de la educación.Así lo sostuvieron personas de la comunidad educativadel colegio Las Independencias, quienes pidieron mantener su identidad reservada. Según su criterio “el colegio desde que se entregó tuvo errores en la construcción y diseño de la obra. Maquillaron el techo y no han reparado la terraza que es por donde se filtra el agua, por eso se sigue dañando el cielo raso. Aquí la mayor parte del presupuesto se va en reparaciones”.Luis Fernando González, profesor de la Escuela de Hábitat de la Universidad Nacional, apuntó que “algunas de las arquitecturas de esos colegios no se adecúan a las funciones para las cuales deberían haber sido diseñados. A veces son inadecuados para los niños y los adolescentes. Por ejemplo, grandes vitrales peligran al lado de muchachos que pueden vandalizarlos”.Así mismo, el urbanista aclaró que “se pueden hacer muy buenas arquitecturas adaptándolas a la función de la educación en barrios populares. Eso no lo entendieron muchos arquitectos e hicieron estructuras pensando en que el edificio quedara bonito”.No obstante, no en todos los colegios la situación tiene la misma gravedad. Carlos Enrique Rojas Sánchez, rector de la institución Educativa Débora Arango, ubicada en el corregimiento de Altavista, aseguró que en este colegio las afectaciones son pocas y que se deben al uso cotidiano y al maltrato que le dan algunos estudiantes a los espacios.“Acá no hay afectaciones estructurales. Hace algunos años hubo un deslizamiento pero fue debidamente estabilizado y ya es un tema superado. Hay puertas deterioradas pero es por el maltrato de algunos estudiantes”, afirmó el Rojas Sánchez.A pesar de las fallas, rectores y comunidad coinciden en el impacto del colegio en su entorno ha sido positivo y que ayuda al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.Impacto en la comunidadDignora Avendaño, madre de familia, que vive en el barrio Santo Domingo Savio desde hace 17 años, aseguró que al colegio Antonio Derka “lo queremos mucho, pero no le han hecho buen mantenimiento, le hace falta mucha cosa al edificio, está muy dejadito. Desde que lo hicieron nos lo dañaron. Además, es complicado porque se juntan muchas cosas, en estos barrios se viven muchas realidades”.Avendaño rescató que el colegio es excelente en calidad de profesores y que la terraza “es un espacio muy bueno para diversión, para tardear, para pasar un rato, pero hay muchas cosas que lo están perjudicando como el desorden, basura, perros sueltos, personas sin sentido de pertenencia que utilizan mal los espacios libres”.Rubén Darío Uribe Mejía, rector del Antonio Derka, resaltó que “nadie le quita al colegio que ha impactado en la comunidad, es un colegio bonito, provoca estudiar aquí. La intención era cerrar las brechas entre las clases pudientes y este es un buen lugar para poner un colegio bonito. Con esa intención he trabajado yo. Entonces tenemos muchachos que ya van a la universidad, les hemos ‘echado el cuento’ de que mejoren su camino, que la educación es la herramienta para cambiar sus vidas”.En el barrio Llanaditas, cercano al colegio Joaquín Vallejo, “el impacto ha sido grande, porque había niños que no tenían baños en sus casas, ni agua, entonces llevaban agua en tarritos para la casa. Además el colegio, de a poco, ha formado cultura. La magnitud del colegio ha sido representativa para la comunidad, porque se ve desde muchos puntos de la ciudad, es el punto de referencia del barrio”, comentó Rubén Darío Hernández Botero, coordinador encargado del colegio.
El 27 de marzo -Día Internacional del Teatro y las Artes Vivas- por la Avenida La Playa, desde el Teatro Pablo Tobón Uribe hasta el Museo de Antioquia, se realizará una cadena humana de artistas de la ciudad quienes, mediante este símbolo, protestarán por el estado de la cultura del país y de la ciudad.La idea de los artistas, que nació en Bogotá, motivada por representantes como la dramaturga Patricia Ariza, del Teatro La Candelaria; es manifestarse de manera pacífica y sin afectar el funcionamiento de la ciudad: no harán una marcha para parar el tráfico, más bien realizarán actos simbólicos en puntos neurálgicos que lleven un mensaje explícito para los transeúntes y todo el que pase por ahí: “¡Escúchennos!”.Ariza aseguró que en la capital todavía se está armando un manifiesto propio esperando a concretar toda la pluralidad de voces posibles para debatir con más herramientas sobre temas como el presupuesto: “Estamos hondamente preocupados no sólo por la cantidad de normas que están complicando la existencia de los pequeños grupos, sino también el bajísimo presupuesto que hay para la cultura, ya que se está enfatizando en las industrias culturales y no en la cultura, y este modelo es muy difícil para la supervivencia de los grupos de teatro que hacen parte del movimiento alternativo”. Sin embargo, ya todos los artistas del país comparten memes en redes sociales, usando un mismo logo que habla de “27M”, refiriéndose al 27 de marzo, invitando a la movilización nacional y a usar el hastag #defiendeelarte.En el caso de Medellín, sí hay manifiesto de esta movilización. Fue presentado por Medellín en Escena y plantea que su marcha reunirá a la gran mayoría de salas y grupos de teatro de la ciudad, así como a organizaciones de cultura viva comunitaria y de otras áreas como la danza, la literatura, la música y las artes visuales. En el documento explican que será una movilización por “la dignidad del arte y la vida”, y esgrimen algunos puntos por los que están alzando su voz: primero, una reforma inmediata al decreto presidencial 092, por el cual se reglamenta la contratación por parte del Estado con entidades privadas sin ánimo de lucro, un decreto llamado como “anticorrupción”.Su hashtag en redes será #27martistasalzadosenalmas, que hace referencia a la pasada contienda, similar a esta, que tuvieron con el Ministerio de Cultura el pasado 2016, por cambios en la manera de otorgarles los recursos.“Lo que creo es que esto no se puede aplicar a todo el mundo -dijo Jaiver Jurado, director de Medellín en Escena-. Esta es una manera de criminalizar a las entidades artísticas y culturales, al cortarlas con la misma reglamentación de otras corporaciones que manejan mucho dinero y que sí se benefician de esta contratación. Nosotros no manejamos contrataciones grandes con el Estado: somos entidades la mayoría de veces con muy pocos recursos y ayudas de parte del Estado. Esa ley sólo complejizaría más la tramitología, incrementaría los tributos, enredaría en gran medida todo el tema de los artistas, por eso estamos pidiendo que se modifique de inmediato”.Para Iván Zapata, director del Teatro Popular de Medellín (TPM), este decreto es “nefasto” para todas las organizaciones culturales y artísticas porque hará “casi imposible contratar con el Estado”, ya que tendrán que demostrar una solvencia económica específica para poder contratar con ellos: “Un músculo financiero que entidades como la de nosotros, débiles, sin ánimo de lucro -que no quiere decir con ánimo de perdida- no movemos. Por eso tratamos de no sucumbir ante las arremetidas que el Estado hace con tantos impuestos, papeles, permisos, requisitos y que están haciendo insostenible el funcionamiento de nuestras entidades, a tal punto que algunas salas han cerrado”.“¿Cuándo nos va a quedar tiempo para escribir el poema o la pieza artística, para actuar, para reflexionar, con tanta tramitología?”, cuestionó Carola Martínez Bandera, directora de Teatro La Hora 25, quien agregó: “Tenemos que estar tan pendientes de papeleos, informes, de una cantidad de cosas que casi no nos queda tiempo para lo nuestro, y esto es muy preocupante. No nos quejamos de hacerlo, claro que no, pero ya las trabas están aumentando a un nivel insostenible que pareciera que nos quieren ver desfallecer”.El presupuestoSegún las cifras estimadas por la Unidad Nacional de Artistas y recogidas de un informe del Ministerio de Cultura, el presupuesto para la cultura colombiana en 2016 fue del 0,19%, ($335.438 millones), lo que quiere decir un recorte del 14%. En 2017, la cifra pasa al 0.16%, ($342.000 millones), con un recorte del 11%. Estos datos preocupan al sector artístico del país y, en este caso, al de Medellín,porque es una rebaja que se ha hecho “sistemáticamente a través de los años”, afectando el desempeño y desarrollo, aseguraron varios directores, de los grupos y los espectáculos que están por hacerse.“El otro tema que planteamos es un presupuesto digno para la cultura y el arte del país, un mínimo del 2,0 del presupuesto nacional como lo plantea la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a los gobiernos del mundo. Según las últimas estimaciones a nivel del PIB, la cultura está moviendo en Colombia el 4,4%, esa es una medición que nos dice cómo la cultura está otorgando al desarrollo del país y que no está recibiendo un presupuesto adecuado para su estímulo”, explicó Jurado, quien agregó que este es uno de los puntos más delicados “porque sólo a partir de resolver este problema es que se puede avizorar todo lo demás”.Catalina Murillo, actriz y gerente del Pequeño Teatro, planteó que el problema del presupuesto se podría matizar si una parte del dinero que antes se invertía en la guerra se invierte en proyectos culturales y artísticos, como parte de un proceso de repensar el lugar de la cultura y las artes en el país, darle el lugar que merece: “no entendemos entonces, si se supone que hay más plata para invertir en educación, salud y cultura, ¿por qué se rebaja aún más el presupuesto? Nos están desangrando”.Wlison Zapata, director ejecutivo de Elemental Teatro, ha sido uno de los líderes más activos en la concreción del manifiesto del 27 de marzo, por lo que aseguró que ya es tiempo de que los artistas locales dejen el silencio y se sumen a la manifestación contra el “detrimento que ha generado la acción y el pensamiento de los gobernantes sobre la cultura”, que parece, en su concepto, relegada a un lugar secundario: “Parecemos en último plano. Es necesario que se nos tenga en cuenta en la participación por el crecimiento intelectual del país, porque tenemos mucho que aportar como sujetos pensantes y creadores de arte, si no, ¿cuál es nuestra función social y política dentro del contexto actual”.Los artistas en el posacuerdoPara Jaiver Jurado, otro de los temas importantes que llaman a la movilización el 27 de marzo es la “poca” participación de los artistas dentro de todo lo referente al Proceso de Paz y su posterior posacuerdo: “Si hay un sector que puede ayudar a la resignificación de la paz con sus lengujes simbólicos y con su fuerza en la música, en la literatura, en la plástica y en el teatro son los artistas, quienes han sido lo que menos en cuenta han tenido para participar en este hecho tan importante para el país”.Según Jurado, es claro que si hay alguien que puede contrubuir a abrir la mente de las personas -de los espectadores- en temas referentes a los acuerdos de paz, es el artista: “El artista en general ha contribuido con su lenguaje simbólico durante 80 años a reconstruir un tejido social roto por la guerra, porque sus temáticas y preocupaciones, desde siempre, ha sido el tema de la violencia, del desplazamiento forzado, la vida en general”.Sergio Restrepo, director del Teatro Pablo Tobón, explicó que el artista no tiene que esperar ser invitado, simplemente debe “tomarse la participación, actuar y hacerlo directamente”, ya que tiene toda la legitimidad para hacerlo: “Muchas veces el ser llamado por el Gobierno se prestará para hacer parte del oficialismo, para más que aportar, ser un aliado poderoso y con poder de persuasión entre las personas, entre el público, entonces ahí es donde se desdibuja el papel del artista: más que ser una voz independiente, se convierte en parte del juego, y esa no debería ser la idea”.Fernando Rendón, director del Festival Internacional de Poesía de Medellín, comentó que en un país con una violencia tan constante, con múltiples grietas y heridas por cerrar, los artistas son un “bastión fundamental” para desarrollar reflexiones encaminadas en sanar esos “espacios vacíos y que suelen concentrar todo el daño acumulado por años”.¿Qué dice el Ministerio de Cultura?En referencia a lo expuesto anteriormente por el sector de artes escénicas de Medellín, el Ministerio de Cultura aseguró, en el caso puntual del tema presupuestal, que si bien durante el Gobierno del Presidente Santos “han aumentado significativamente los recursos asignados para el Ministerio de Cultura”, el sector no es ajeno “a las dificultades fiscales que ha venido atravesando el país y, al igual que las demás carteras, sufrió recortes en el presupuesto de este año”. Por ello, durante el curso de la Ley de reforma tributaria ante el Congreso, la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, aseguró que logró “la aprobación del Impuesto Nacional al Consumo para datos de la telefonía móvil (Impoconsumo)”.“Esperamos -agregó la Ministra- que este año los recursos generados por el Impoconsumo se reincorporen al Ministerio de Cultura y se distribuyan equitativamente entre los programas más golpeados por el recorte. Una de las direcciones de MinCultura que más sufrió una reducción fue la de Patrimonio Cultural”.En cuanto a las cifras, el Ministerio enfatizó que para las convocatorias públicas del sector teatro y circo del país para el año pasado se invirtieron $65.163.455.223, y en cuanto a infraestructura para las artes escénicas en Colombia la inversión fue de $90.537.953.229.“Hay que agregar -explicó el Ministerio en un comunicado- que en los ocho encuentros regionales de Teatro y Circo realizados el año pasado en ciudades como Bogotá Medellín, Manizales, Barranquilla, entre otras, sólo asistieron el 15% de los 1.473 representantes de teatro y circo invitados y citados a través de correos, cartas y redes sociales”.Finalmente, se supo que el 27 de marzo, después de la cadena humana, todas las salas tendrán funciones, harán brindis por su arte y pondrán como decoración en sus fachadas o escenarios las pancartas que llevarán al acto simbólico, con las peticiones que hacen al Ministerio, cartera que tendrá actividades programadas bajo el lema “celebra el Teatro”.
'Esos pasos unilaterales persiguen el objetivo de perjudicar las relaciones y dificultar su restablecimiento en el futuro', dijo Konstantin Dolgov, representante del Kremlim para Derechos Humanos, Democracia y Estado de Derecho, a medios locales.Por su parte, el portavoz del Kremlim, Dimitri Peskov, afirmó que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reserva el derecho de responder a las decisiones estadounidenses con medidas que respetarán el principio de 'reciprocidad'.Adelantó que el presidente no se dará prisa en adoptar medidas de respuesta, pero adelantó que éstas causarán 'notables molestias' a EE. UU.A su vez, Dolgov tachó las medidas, entre las que figura la expulsión de 35 agentes rusos, de 'contraproducentes' y como todas las sanciones contra su país de carecer de toda perspectiva.Acusó al actual Gobierno estadounidense de Barack Obama de 'haber perdido el norte' con su 'histeria sancionadora' contra Rusia.El presidente ruso ha negado en numerosas ocasiones que el Kremlin esté detrás de una supuesta injerencia en el proceso electoral estadounidense.'¿Acaso Estados Unidos es una república bananera?', dijo en una ocasión.Y acusó a los autores de esas denuncias, en particular a la derrotada candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, de intentar ocultar los problemas reales que afectan a la sociedad estadounidense.Clinton acusó a su rival, el presidente electo, Donald Trump, de aliarse con Putin y WikiLeaks para publicar decenas de miles de correos electrónicos para perjudicar su candidatura.Las medidas contra Rusia fueron adoptadas poco después de que Putin se anotara un importante tanto diplomático al anunciar un acuerdo de alto del fuego entre el régimen de Bachar al Asad y la oposición siria.
Con la etapa de mitigación de la pandemia, que ocurre cuando un 10% de los casos ya no son de los llamados importados ni se pueden relacionar con un importado, y el avance de la contención en Antioquia, este departamento está fortaleciendo su capacidad de procesar las pruebas para covid-19, que se realizan a pacientes seleccionados.Hasta el 5 de abril, las pruebas realizadas en el departamento han sido procesadas por el Laboratorio Departamental, que ha estado a tope, y el Instituto Nacional de Salud. A partir del lunes 6 de abril, empezarán a realizarse pruebas por laboratorios avalados por el Instituto Nacional de Salud: Universidad de Antioquia, Universidad Eafit y Ayudas Diagnósticas Sura. A partir de esa fecha, entonces, las pruebas realizadas en el departamento serán analizadas localmente, no enviadas a Bogotá.Además de los laboratorios habilitados por el Invima, Luis Gonzalo Morales, gerente en Antioquia para covid-19 destacó que se cuenta, a hoy, con reactivos suficientes, pero no sobrantes, para atender la demanda de exámenes diagnósticos para covid-19.El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, informó, además, que se avanza en la preparación de un laboratorio en Urabá para que también procese las muestras tomadas en esa subregión de Antioquia.Gaviria Correa destacó que el fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico en la región permitirá fortalecer la atención y respuesta a los pacientes contagiados y a quienes pueden llegar a adquirir el covid-19.A fin de garantizar que los ciudadanos que lo necesitan puedan ser diagnosticados, el Gobierno Departamental ha establecido que la prueba estándar, la PCR o prueba molecular, se va a realizar a las personas que presenten síntomas como dolor en garganta, fiebre alta, que, además, hayan llegado del exterior, compartido con personas que hayan tenido viajes recientes o hayan sido diagnosticadas positivas para covid-19.El médico Ubier Eduardo Gómez Calzada, toxicólogo y farmacólogo de San Vicente Fundación, explicó en el encuentro #CienciaALaMano que hay una alta demanda de pruebas de personas que tienen síntomas como dolor de cabeza, dolores musculares, que no tienen relación con el covid-19, razón por la cual las autoridades de salud desechan la realización del examen diagnóstico.Aplicación de pruebas en fase de mitigaciónAdemás de los síntomas individuales, la aplicación de las pruebas diagnósticas se hace considerando la situación del país en la evolución de la enfermedad.Los expertos han explicado que Colombia se enfrenta a la fase dos del virus, la de mitigación. En esta “ya sabemos que el virus se adquiere ‘comunitariamente’, y por eso mismo es que se han encontrado casos en los que no se ha podido establecer contacto con personas positivas previamente”, explicó en el mismo encuentro el médico y magister en ciencias básicas biomédicas, Andrés Felipe Zuluaga Salazar.Para muchos, la fase de mitigación es sinónimo de que ya se controló la infección y no es así, en términos científicos, la mitigación es una fase para enfatizar en la precaución, y no refiere que los contagios se hayan controlado.En esta etapa, explican los expertos, la prueba se debería aplicar, si se contara con las capacidades, a quienes han tenido contacto con personas positivas para covid-19, “lo ideal es que antes de que empiece la sintomatología”, de manera que se adelante el diagnóstico y se contenga el contagio.Cabe explicar que, hay dos tipos de pruebas, la molecular, que los científicos la denominan El estándar de oro, que se puede aplicar desde el día cero hasta el décimo día de contagio. El segundo tipo de prueba, comúnmente llamada prueba rápida, mide en los anticuerpos en la sangre, detectando que el cuerpo está respondiendo a un agente extraño. Esta prueba no es la mejor, ya que imlica que la persona lleve varios días de contagio para que se produzcan los anticuerpos.¿Cuántas pruebas se deben hacer?Cuando una persona resulta positiva en la prueba, en el seguimiento que se le realiza se hace también un segundo examen, en el día 14 de su enfermedad, a fin de establecer si ha sanado.Otra opción que ha implementado el Instituto Nacional de Salud y los laboratorios departamentales de salud, es confirmar con pruebas serológicas, pasados los síntomas, que el individuo haya desarrollado anticuerpos. Esta prueba, indica el médico Zuluaga Salazar se practica en especial a quien necesita certificar su recuperación, para poder retornar a sus actividades laborales.La prueba que hoy se aplica en Antioquia a pacientes seleccionados según la evaluación previa es la prueba molecular, que tiene altos niveles de sensibilidad y efectividad, por lo que se pueden determinar nueve de cada diez casos positivos.Ante la escasez de reactivos para las pruebas moleculares, en el mundo se están universalizando también las pruebas serológicas, que a pesar de que sólo detectan entre cuatro y seis de cada diez casos de contagio por covid-19. pueden servir como base para nuevos análisis.