Es una cuestión, principalmente, de seguridad, según indicó Tatiana Vélez, “no es mostrar un mundo de fantasía, sino tener claras las razones por las cuales debo pertenecer a ese lugar, a esa esa carrera. Si sabes por qué quieres estar  ahí no tienes por qué confundirte o sentir angustia”.

“Hay muchas situaciones y preguntan que plantean los entrevistadores para ver cómo es la reacción del entrevistado”, señaló la experta y explicó que algunas preguntas pueden ser: ¿qué harían ustedes en tal situación?, ¿por qué quieres estudiar esto?, ¿qué te apasiona?

Los psicólogos Laura Valencia y Sebastián Medina, del grupo Formarte, precisaron que “inicialmente será necesario, no sólo conocer el programa académico al que se está presentando, sino también su perfil profesional. En este proceso se tiene en cuenta el nivel de motivación que la persona muestra hacia lo que desea estudiar. Seguidamente, será necesario tener información sobre la universidad: motivaciones para estudiar allí, expectativas, prospección. Como en cualquier entrevista, es fundamental tener una buena presentación y expresar seguridad, mas no rigidez, ante el entrevistador”.

Elena Arango, psicóloga de Desarrollo Humano y Bienestar de la Universidad CES señaló que los aspirantes deben ser conscientes al presentar el examen “de las aptitudes y capacidades que se requieren para el desarrollo del programa seleccionado”.

Precisamente a las aptitudes, actitudes y habilidades se refirió Claudia Andrea Vélez, coordinadora del programa Colegio Universidad de la Universidad Pontificia Bolivariana al hablar de los que buscan las instituciones de educación superior en la entrevista.

Ella resaltó que los estudiantes deben tener claridad respecto al programa al que se presenta. En cuanto a otros conocimientos, puntualizó que se evalúan mediante los exámenes de admisión y la revisión de las notas de los dos últimos años y los resultados de las pruebas Saber 11.

Por su parte, Arango recordó la importancia de hábitos de aprendizaje ajustados al estilo de cada estudiante  y “verificar cómo están funcionando los dispositivos básicos del aprendizaje”: motivación, atención, percepción y memoria.

Finalmente recomendó “disciplina, constancia, tolerancia a la frustración y adaptación al cambio; aspectos que si se fortalecen desde el colegio pueden hacer la vida universitaria más exitosa”.