El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
“Una actitud consumista puede lubricar las ruedas de la economía, pero lanza arena en los engranajes de la moralidad.” Zygmunt Bauman.Acaba de morir, a los 91 años, el connotado intelectual, filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman, autor de múltiples textos. Tal vez el que lo hizo más reconocido fue Modernidad líquida, de 1999, cuya tesis de lo líquido de la vida, la sociedad, las relaciones, el amor, en la vida moderna actual la continuó desarrollando en otros tantos libros sobre esos temas. Una de sus últimas publicaciones fue Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida, publicado en el 2015, en el que denuncia la insensibilidad y el deterioro moral progresivo que se está convirtiendo en característica de nuestro tiempo.La ‘insensibilidad moral’ denota un comportamiento cruel, inhumano y despiadado, o también una postura ecuánime aparente e indiferente que se adopta y manifiesta hacia las penas, pruebas y tribulaciones de otras personas, lo que se resume en el “lavarse las manos” de Poncio Pilato. Para Bauman, esa insensibilidad es similar a la falta de sensibilidad corporal al dolor que se puede conseguir con analgésicos, analgésicos que, en el caso de la moral, también se consiguen en la sociedad.La función del dolor en el organismo es de alerta y advertencia de que algo anda mal, pero cuando la idea de no ser sensible al dolor se transfiere desde lo orgánico y corporal al universo de las relaciones interhumanas y se vincula así al “clasificador moral”, el no percibir signos tempranos de amenaza o que algo anda mal en la relación y la comunidad humana y de que no hacer nada las cosas ponen peores, conduce a que la noción de peligro se pierda de vista o se minimice hasta “inutilizar las interacciones humanas como factores potenciales de autodefensa comunitaria, y las ha convertido en algo superfluo, somero, frágil y quebradizo”.Para Bauman, también está en juego el proceso que denomina ‘individualización’ que se resume en el conocido lema ‘Necesito más espacio’ –tan utilizado entre nosotros-, que él traduce como demanda de abolir la proximidad e interferencia de los demás, algo que en principio no es ‘inmoral’ en su intención, pero que en este proceso de ‘individualización’ se transforma en un estado que hace innecesaria la evaluación y regulación moral y, algo más importante, no deja lugar para ello.La cultura consumista proporciona gran cantidad de analgésicos, anestésicos y tranquilizantes que controlan o erradican los dolores morales mucho más que los físicos. A medida que crece esta “ceguera moral” e insensibilidad que no permite ver ni sentir los dolores, penas, angustias del otro, de la comunidad y la sociedad, aumenta el consumo de estas “drogas” y se llega a la adicción. El resultado es una insensibilidad moral inducida o artificial, lo cual conduce a una compulsión “segunda naturaleza”, estado permanente o casi universal, para Bauman, “mientras que el dolor moral es despojado de su saludable papel de advertencia, alerta y agente activador.”Limitado el dolor moral, los vínculos humanos tejidos con el hilo moral se descosen y así, con ciudadanos ya habituados a enfrenta y apaciguar sus angustias, conflictos y dolores morales en el consumismo, “Los políticos pueden (o se ven empujados, arrastrados y en última instancia obligados a) interpelar a sus votantes, en primer lugar, como consumidores y, en un segundo y lejano lugar, como ciudadanos.” La política, entre nosotros, es mucho más la que se consume que la que se hace honestamente.CODA. En esta Colombia del vacío ético que se ha señalado, una especie de daltonismo entre moral religiosa y ética civil, la enfermedad puede haber evolucionado a la ceguera que nos ha hundido en la corrupción. Bienvenidas las campañas serias contra la corrupción, mejor si son acompañadas de un gran énfasis en formación ética, moral y ciudadana.
¿En qué clima o ambiente se desenvolvió la carrera de Putin, vista desde la caída de la URSS, hace 30 años, hasta hoy, cuando aparentemente él corona la cúspide? Pues en un clima muy afín al soviético que lo precedió, cimentado en la misma burocracia medrosa y vegetativa de antes, conocida como “la nomenclatura”, la cual, sin mayores afanes o acoso, siguió administrando el aparato del Estado, con idénticas mañas y el mismo estilo de los jerarcas de otrora, desde Malencov hasta Brezhnev y sus respectivos epígonos, aunque esta vez sin el partido comunista, que fue oportunamente arrinconado. La actual burocracia entonces es copia fiel de la anterior, como casi todo en Rusia, donde suele venerarse el pasado con más devoción que en el resto de Europa. No en vano allá, donde se acaba Europa comienza Asia. Y cuando menos una mitad de Rusia es asiática, y no apenas en lo territorial sino en lo cultural, y en el talante básico, siendo Asia a su vez lo más apegado a la tradición, como sabemos. Baste citar las grandes potencias, China, India, Japón, etc., donde la modernidad que logro penetrar lo hizo venciendo grandes resistencias.Lea también: Memoria y ancestrosEsa gravitación del ayer, ostensible y desafiante a veces, se entiende porque la cultura que le es propia y especifica es también muy arcaica, estando más arraigada allá que en el resto de planeta. Lejos de descuidarla o renegar de ella, se cultiva minuciosamente, se custodia con sumo orgullo.Tenemos pues que la actual burocracia, sobreviviente del pasado en parte, se comporta en forma harto similar a la de antaño, que a su vez heredó los modos y la proverbial cautela de los heliotropos y dignatarios que tan gráficamente Google, Tolstoi y demás grandes escritores clásicos tan certeramente retratan en sus obras.Le puede interesar: Falacias y distorsionesLa atmósfera política que se respira es la misma entonces que circundaba al desprevenido Yeltsin (por eso duró tan poco), y a Putin, su fiel discípulo, que tan bien supo acoplarse y medrar a su sombra, hasta llegar a sucederlo en el mando. Y aventajándolo en todo sentido, como con creces lo ha demostrado y podremos constatarlo en próximas anotaciones.
El cambio de década a los setenta presentaba el sonido cambiante del rock sicodélico y ligero hacia un sonido más grueso y pesado que desembocó en el denominado hard rock. Las bandas inglesas como Cream y Led Zeppelin ya marcaban este cambio pero al otro lado del océano lo hacían Jimi Hendrix, Blue Cheer, Vanilla Fudge y por supuesto Grand Funk Railroad.Lea también: Una mirada al rock de los setenta: BugieEl nombre de la banda proviene de la línea ferroviaria de Michigan y se asemeja a la fuerza aplastante que la banda representó con poderosas melodías, una ejecución cruda y musculosa al momento de tocar. Formados como trío en 1969, Mark Farner (vocalista, guitarra), Don Brewer (vocalista, batería) y Mel Schacher (bajo) con la dirección de Terry Knight, lograron editar siete álbumes en un período de cuatro años (1969-1973); once álbumes en siete años (1969-1976) y vender en toda su carrera más de 25 millones de discos, algo sorprendente debido a la entrega a su público y recepción del mismo, como lo sucedido en el Shea Stadium de New York en 1970, cuando vendieron 50.000 entradas en sólo 71 horas, tumbando el record de los Beatles.Pero mientras las bandas británicas eran más estilizadas y técnicas en composición, Grand Funk salvajemente sudaba y lo entregaba todo en escena, eran la banda al alcance de todos los americanos. Su época más gloriosa inició con el álbum On Time (1969), disco de oro (resaltando las canciones Are you Ready y Heartbreaker). Seguiría Grand Funk (albúm rojo 1969), disco platino (canciones In Need, Inside Looking Out y Paranoid – excelente tema que competía con el de Black Sabbath y poco tocada en vivo). Llegaría Closer to Home (1970), doble platino (destacando Mean Mistreater y I´m your Captain). Vendría el Live álbum, el famoso álbum negro doble platino, cuando ya la banda en pleno 1970 tenía el panorama claro y particularmente en su primera etapa exitosa.Mark Farner vivía en una extensa granja y siempre empático con la comunidad nativa.La ascendencia Cherokee de Mark Farner hace presencia a lo largo de todos los temas, este músico no puede contener su sangre india que corre por sus venas. En concierto es como el gran jefe que lleva a su tribu al ataque en medio de una adrenalina creciente. Don Brewer es la otra máquina humana que desde los 12 años conoció la batería y que simboliza el desenfreno de Grand Funk, con una estatura prominente hace ver la batería pequeña y su continua dinámica permite apreciar la armonía de sus movimientos. En un solo de batería no le quitas la mirada, incluso cuando decide tocar con su cabeza usando su abundante afro.Todo un show que complementa perfectamente Mel Schacher, aportando el profundo y grave sonido de los tonos bajos que guían las canciones.No menos importantes vendrían los álbumes Survival y E Pluribus Funk (1971) y entre 1972 a 1976 incluyeron al teclista Craig Frost para grabar Phoenix (1972) y el éxito comercial de la banda con el álbum We're an American Band (1973) con la canción que da nombre al álbum, curiosamente escrita por el baterista Brewer (porque las letras en su mayoría eran escritas por Farner). Se podría decir que éste fue otro punto exitoso de Grand Funk (así se llamaban también), ya que vendrían otros dos trabajos no bien recibidos por la dirección pop que adoptó la banda, hasta que deciden separarse en 1976.Formación actual de la banda: Kulick, Schacher, Carl, Brewer y CashionYa la banda no pudo volver a recuperar su esencia compositiva original, a pesar de que se reunieron de nuevo entre 1981-83 y mucho después entre 1996-98. En esta época seguían llenando sus conciertos con seguidores de todas las edades y ejecutando sus temas clásicos como se puede disfrutar en el álbum en vivo llamado Bosnia (1997). Nuevamente Mark Farner abandona la banda para seguir su carrera en solitario, con un gran distanciamiento de sus compañeros originales debido quizás a sus nuevas creencias cristianas y diferencias musicales.Le puede interesar: La gira final de Kiss pasará por ColombiaDesde el 2000 Grand Funk Railroad incluye a los miembros fundadores originales Don Brewer y Mel Schacher junto al cantante Max Carl, veterano del rock de la banda .38 Special, el guitarrista principal es Bruce Kulick, mejor conocido por sus 12 años con KISS y el teclista Tim Cashion quien tiene una maestría en música de la Universidad de Miami. La gira de esta formación para los 50 años de la banda en 2019 fue todo un éxito.Pero independiente de como esté la banda actualmente, se debe reconocer el logro alcanzado en su propia ley, porque a pesar de las buenas ventas y posiciones en las principales listas musicales, Grand Funk tuvo muchos detractores. La banda merece una mejor ubicación entre las grandes bandas vanguardistas de la época, así que repásala o descúbrela.
Una desconcertante noticia dieron los residentes del departamento de medicina interna de la UdeA el pasado lunes 16 de marzo en las clínicas e IPS en donde prestan sus servicios, “luego de una deliberación extensa y racional, hemos tomado la decisión como grupo de suspender las actividades asistenciales en los respectivos centros de rotación”, el cese se aplicaría hasta el día 23 de marzo.Eso ha caído muy mal en la comunidad académica universitaria y en el gremio de la medicina local, porque es inherente a la profesión la vocación al servicio, y más aun teniendo en cuenta que se trata de médicos que están haciendo una especialización en medicina internay precisamente, en este momento que se atraviesa con la pandemia del Covid-19, el personal de la salud se necesita.EL MUNDO conoció que el decano de Medicina de la Universidad de Antioquia autorizó al personal del semestre once hacía abajo, es decir, a estudiantes de pregrado fundamentalmente, para que hicieran estudio virtual en estos días ante la importancia del aislamiento social; no obstante, los internos y los médicos graduados, quienes son residentes, estudiantes de especialización, deberían continuar rotando. Lo ciertoes que evidentemente se negaron a esa directriz, pero, según la carta, lo están haciendo bajo el amparo de la misma facultad.“Lo anterior a partir de nuestra convicción de que en nuestro rol de médicos residentes contribuimos significativamente por el momento con el aislamiento social a evitar la propagación del Covid-19”, dicen los residentes en su carta.Lea la carta completa dando clic acá.Los hospitales se quejaronLa suspensión de las actividades asistenciales la hicieron los residentes de forma inconsulta, simplemente notificando a hospitales donde rotan sobre su determinación. Por ejemplo, en el Hospital San Vicente de Paúlellos anunciaron que se acogían al aislamiento social y para este martes 17 de marzo. Allí no se cuenta con sus servicios en las especialidades de medicina interna, pediatría, toxicología ni tampoco de médicos generales residentes en el área de urgencias y en cirugía general.Ante la situación, como era de esperarse, los hospitales se quejaron ante la Universidad, recibiendo la respuesta de que el jefe de departamento 'concilió' con los estudiantes y les permitió reemplazar la presencialidad en los hospitales, por telemedicina.Lo que no ha calmado el malestar en los hospitales, antes bien, ha mantenido el disgusto porque se trata de una actuación que no daña lo asistencial pero sí lo afecta en su conjunto, desdiciendo su condición de médicos.EL MUNDO también conoció que en el Hospital Pablo Tobón Uribe se van a pedir procesos disciplinarios a quienes tomaron esa actitud, que en medicina interna en ese lugar son 36 estudiantes.“El grupo de residentes decide sumarse de forma unánime a la estrategia de telemedicina y queda a disposición de la facultad de medicina de la UdeA para rodear y fortalecerla permanentemente. Se acuerda que estaremos en comunicación para definir ajustes a este plan inicial y una monitorización del comportamiento de la pandemia”, se informa en una carta firmada por los residentes de medicina interna UdeA, Carlos Atencia, jefe de Sección, y Julián Humberto Ramírez Urrea, jefe del Departamento de Medicina Interna.Por su parte, Santiago Patiño, profesor de medio tiempo de medicina interna, expresó: “Les decía a residentes que con los eventos cuando uno no está preparado, uno debe ser ponderado. A ellos no se les pide que atiendan a contagiados. Es la balanza: lo que se debe hacer socialmente, frente a su riesgo por algunos pacientes”.Le puede interesar:Médicos residentes de Barcelona, ejemplo en crisis por Covid-19También consideró el profesor Patiño que, por fortuna, en las instituciones prestadoras, la carga asistencial no recae sobre residentes, sino sobre profesionales. “No es dramático como en Bogotá o Barranquilla donde la carga recae sobre residente'.Las implicaciones legalesCuando hay un cese de actividades, de la forma de una suspensión de los servicios de salud, que en la práctica es un paro, cualquiera que sea, siempre va a haber una ilegalidad, explicóa EL MUNDO, Clarita Mira, abogada yprofesora de la Universidad CES, ya que este caso no tuvo el trámite, el procedimiento de una huelga, que se hace una vez se inicia un proceso de negociación colectiva en cada uno de los centros de trabajo.El cese de actividades asistenciales no se puede ejercer cuando se trata de un servicio público esencial, que en varias sentencias de la Corte Constitucional se define como esencial porque está protegiendo el derecho a la salud de la población y el bienestar de la misma, por lo tanto, no se puede suspender.“No tienen la posibilidad de hacer ceses de actividades, porque están afectando con ello el derecho de toda la sociedad, en este caso del municipio de Medellín, que atraviesa por un mal momento debido a la pandemia del Covid-19. En este momento, el servicio de salud tiene unas características que no permitirían suspensión de la prestación del mismo”, precisó la abogada Mira.Pero, al tratarse de un aval de la facultad, que “concilió” con los residentes, el caso es aún más alarmante. EL MUNDO buscórespuesta del decano de la Facultad de Medicina a este asunto, léala en ElMundo.com.
La Policía Metropolitana confirmó quefue capturado, en el municipio de Guarne,Fernando Alonso Rivera Rojas, alias nano, presunto cabecilla de una organización delincuencial conocida como la 30 o la oficina de Manrique, que depende estructuralmente de la Odín la terraza.El comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez Heredia manifestó que'se continúalalucha de frente contra las bandas criminales'. Además agregó información de cómo fue la captura:'En una vereda del municipio de Guarne, Comandos de la Policía llegaron a horas de la noche. Allí se encuentran a varias personas departiendo, pues al parecer alias nano estaba de cumpleaños. En ese momento y lugar se hace la captura pertinente'.En la red social Twitter, el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez Heredia escribió:'Nuevo golpe a la estructura de alianzas criminales (Terraza-Robledo-San Pablo), trabajo articulado @PoliciaMedellin, @PoliciaAntiNar, @FiscaliaCol -Crimen Organizado, se logra la captura de cabecilla GDCO 'La 30', uno de los más buscados”..@PoliciaColombia, Pormenores de la captura de alias 'nano' y su jefe de seguridad alias 'el mago' @FiscaliaCol @PoliciaAntiNar @region6policia #MasCercaDelCiudadano pic.twitter.com/bm0YTlScsy— BG. Óscar A Gómez H. (@PoliciaMedellin) 5 de mayo de 2018Le puede interesar:Cayócargamento de coca del clan del golfo en EuropaFederico Gutiérrez, alcalde de Medellín, también se pronuncióa través de la misma red social felicitando a las autoridades.Persistir y mantener la presión. Todo por nuestra gente. Felicitaciones ???????????????? https://t.co/guajgeGGv7— Federico Gutiérrez (@FicoGutierrez) 5 de mayo de 2018Claudia Carrasquilla, directora de la Fiscalía contra el Crimen Organizado relató los delitos por los cuales alias nano deberá responderante un juez de control de garantías: 'Alias nano deberá respoder por los delitos de concierto para delinquir agravado, cuatrodesplazamientos forzados, uso de menores para la comisión de delitos y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal'.Además, a 'alias nano se le imputaráel delito de falsedad en documento público, toda vez que en la captura se identificó con una cédula de ciudadanía falsa a nombre de otra persona', finalizó la Directora.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, confirmó este martes la entrega voluntaria de Juan Manuel Piedrahita, alias juancito, cabecilla de la banda betania y señalado por ser presuntamente el gestor de las acciones para despertar miedo en la comuna 13, San Javier.El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, general Oscar Gómez, había hecho pública la recompensa de $20 millones para quien entregara información que permitiera la ubicación y posterior captura de Juancito.Detalló que el sometimiento a la justicia del sospechosofue producto de la persecución en su contra. El alto oficial reiteró que se realizaron dos allanamientos para dar con él. Reveló que al sentir el hostigamiento, el presunto cabecilla estableció contacto con la Fiscalía para informar su intención de entregarse.Gómez narró que la fuerza pública se desplazó hasta el barrio Belencito, “en donde este delincuente se encontraba escondido” y en ese mismo lugar hicieron efectiva la captura. “Él argumentó que se encontraba preocupado por la presión de las autoridades”, mencionó el comandante.El general precisó que “seguramente (juancito) va a colaborar con la justicia, porque estos delincuentes después de ser capturados llegan a acuerdos”. Así mismo, afirmó que las investigaciones adelantadas permiten inferir quien podría sucederlo entre los 35 o 40 integrantes que tenía bajo su mando.Puede interesarle:Violencia y miedo en Comuna 13 es causada por conflicto entre bandasGómez expresó que espera la cooperación del detenido para poder desarticular las estructuras criminales “que tanto daño hacen”. Agregó que tras el segundo allanamiento para arrestar a juancito, se encontraron tres celulares abandonados por este último en su afán de huir. Esos teléfonos, según el alto oficial, ya están siendo analizados.Por su parte, el secretario de Seguridad, Andrés Tobón, calificó la entrega del sospechoso como una “victoria para el Estado”. El funcionario aseguró que los cabecillas de los grupos delincuenciales están asustados y sentenció que si deberían tener miedo “porque vamos tras los pasos de cada criminal de Medellín”.El alcalde Afirmó que los habitantes de la comuna 13 podrán vivir más tranquilos con este sujeto tras las rejas y manifestó que seguirá el proceso para enjuiciarlo. Así mismo, recalcó que continuará la presencia de la institucionalidad en los territorios más golpeados en los últimos días por la violencia y los enfrentamientos entre bandas.