Todo indica que el retorno a la libertad de los ciudadanos holandeses sí está en proceso, gracias a la presión mediática nacional e internacional dada la calidad de extranjeros y periodistas de los secuestrados.
Pasado el mediodía de ayer, un trino publicado en la cuenta de Twitter de Radio Nacional Patria Libre (Ranpal), voz oficial del Eln, daba cuenta de la liberación de los dos periodistas holandeses secuestrados hace una semana en la región del Catatumbo. Fueron varias las voces que se apresuraron a celebrar la buena nueva pese a que, con el paso de las horas, nadie daba razón del paradero de los extranjeros ni existía confirmación oficial. Al caer la noche, la misma guerrilla reconoció el “error” de su vocero oficial, en un burdo manoseo de la información.
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Todo indica que el retorno a la libertad de los ciudadanos holandeses sí está en proceso, gracias a la presión mediática nacional e internacional dada la calidad de extranjeros y periodistas de los secuestrados, suerte muy distinta a la que corren los indefensos ciudadanos colombianos en áreas rurales, donde son blanco de las hostilidades de ese grupo guerrillero.
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Entre tanto hermetismo, que cobija el avance de los diálogos de paz al punto de que no existe un sitio oficial de información, pareciera que el tema que ocupa a los negociadores es un cese al fuego bilateral estimulado por la próxima visita del Papa. Insistimos en que más que un cese al fuego, la condición absoluta para continuar estos diálogos tendría que ser el cese de hostilidades contra los civiles y la liberación de todos los secuestrados por parte del Eln.