Esta segunda “paz”, en medio de un mar de coca y amapola, dejará esos cultivos bajo la protección de “disidentes” de ambas guerrillas
En La Habana dizque gobierno y Farc “negociaron la paz”. Ese “proceso”, que duró cosa de seis años, dio como resultado la entrega incondicional del Estado al grupo narcoterrorista.
With the benefit of hindsight (o espejo retrovisor), el observador deduce, en la medida que se desenvolvieron los hitos y aparecen los documentos, que todo estaba decidido desde antes de la primera reunión, que en la capital cubana funcionaba el espectáculo para la galería y que en Bogotá el gobierno, con asombrosa precisión, ejecutaba los actos indispensables para la implementación del acuerdo secreto.
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Comprendo que negociar exige tiempo y paciencia, pero es absolutamente imposible que se necesiten seis años para negociar la “paz” con las Farc. La verdad es que nunca hubo confrontación. Simplemente, cuando el país estuvo debidamente controlado (a través de infiltración, mermelada, desinformación y corrupción), nos fulminaron con 310 páginas de textos que nos convierten de facto en un estado marxista-leninista. Así como no valió el triunfo del NO, tampoco valdrá la tardía e insuficiente repulsa del Congreso…
El robo del plebiscito y todos los actos ilegítimos de refrendación, implementación y validación judicial que han seguido demuestran la eficacia de un plan bien calculado para implantar en Colombia un régimen similar al de Venezuela, contra viento y marea, gústenos o no, y para no dejar nunca el poder.
Completar el total sometimiento del país será, entonces, la tarea del anunciado “gobierno de transición”, a partir de agosto de 2018, si nos superan electoralmente en marzo y mayo del año próximo.
Ahora bien, ¿cuánto durará la “negociación” con el Eln? Esta ya lleva como dos años y sigue el libreto de La Habana. Hasta ahora no ha avanzado de un falso cese al fuego, absoluto por parte del gobierno, opcional y selectivo por parte de la guerrilla.
Como el doctor Restrepo se creyó “negociador” en vez de entregador, tuvo que irse cuando se enteró de que los señores Samper, Leyva y Cepeda (Iván) estaban adelantando las verdaderas conversaciones con alias Pablo Beltrán. Esa desfachatez indica para dónde va el gobierno. Comparto la preocupación de Mauricio Vargas (El Tiempo, domingo 10 de diciembre) por el presuroso deseo de Santos para concluir el asunto, sin tener en cuenta los riesgos inmensos para el país.
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Con las 310 páginas y las docenas de leyes y decretos que se han dictado para ponerlos en ejecución la subversión ya lo tiene todo. En esas condiciones opera lo que hemos llamado “la cláusula de la guerrilla más favorecida”, de tal manera que solo faltan las dos exigencias inamovibles del Eln 1. Establecer en todos los niveles un régimen de deliberación popular (¿anarquismo?), y 2. Una asamblea constituyente estamental (como la de Maduro).
Varios amigos bien informados me dicen que Gabino ha dicho que no firmará mientras Santos sea presidente y que por tanto, no debo angustiarme considerando la posibilidad de que en enero o febrero, sorpresivamente, gobierno y Eln firmen su “paz” para desorientar totalmente al país, llenarlo de mediático júbilo y asegurar la mayoría en las elecciones de marzo para Congreso, con muy favorable reflejo para ellos en las presidenciales.
Esta segunda “paz”, en medio de un mar de coca y amapola, dejará esos cultivos bajo la protección de “disidentes” de ambas guerrillas, mientras se extingue el dominio en millones de hectáreas de la otra agricultura, para hacer cierta reforma agraria y se consolida la dictadura castrochavista en el resto del país
No obstante, debemos contemplar esa aterradora hipótesis. La fecha de la firma para la entrega al Eln de lo que queda del estado de derecho es la espada de Damocles que pende sobre un país desventurado, gobernado por el eje siniestro Timo-Santos, cuyo jefe, Raúl Castro, comandante supremo de ambas guerrillas, escogerá la fecha para la segunda “paz”.
Entretanto seguimos haciendo política decimonónica de curules, mecánica electoral, elevada retórica, pactos y componendas. Escasamente tenemos táctica, mientras nuestros enemigos tienen táctica, estrategia (visión a largo plazo), dinero, medios, gobierno…
Punto de comparación: La salida del Reino Unido de la Unión Europea se inicia con el referéndum de junio 26 de 2016 y deberá terminar en marzo 29 de 2019. La negociación, de inmensa complejidad en centenares de asuntos, avanza, con tropiezos desde luego, mientras nosotros llevamos más de dos años con el Eln discutiendo futesas, ¡sin saber el cómo ni el cuándo!
En las próximas elecciones venezolanas solo podrán votar quienes tengan el “carnet de la patria”, suministrado por el gobierno, indispensable para acceder a las bolsas de víveres (que reparten las CLAP), y a los medicamentos (cuando se consiguen). Dicho carnet permite a las autoridades saber por quién votó el ciudadano… ¿Alguien duda de la consolidación de su régimen y de la reelección de Maduro? (Deutsche Welle, diciembre 8)