Mientras el fiscal Néstor Humberto Martínez sigue tras la huella de los bienes que a través de testaferros y en caletas siguen ocultando las Farc, alias timochenko posa de “pobre viejecita” en las redes sociales para reforzar el discurso de que no existe fortuna alguna sino inventos de los “enemigos de la paz”.

Lea también: Contradicciones y reclamos de las Farc

Es entonces cuando los hechos se encargan de mostrar lo contrario. En un puesto de control de la Policía, a un grupo de 48 guerrilleros les fueron hallados 10.000 dólares y varios millones de pesos en efectivo. La moneda extranjera fue incautada y los poseedores dejados en libertad, pese a que habían salido de la zona transitoria veredal de La Carmelita, en Puerto Asís, Putumayo.

En un país donde las transacciones cotidianas no se hacen en dólares, lo único que explica el origen de esos fondos en manos de guerrilleros, es que sean producto del narcotráfico y, por ende, recursos que deben destinarse a la reparación de las víctimas.

Tal vez le interese: Oficios para no desmovilizarse

Más allá de esto, el gran interrogante es cuáles son, finalmente, las reglas de las Zvtn y cuál es el papel del mecanismo de monitoreo y verificación para hacerlas cumplir, pues una cosa es que las órdenes de captura se hayan levantado, pero otra es que aún las Farc no han terminado de cumplir sus compromisos, especialmente el de entrega de armas, por lo que la libre movilización de sus integrantes no debe permitirse.

Además: Sin cuentas claras en dejación de armas